Otoch o Xa’anil Naj

Esta casa de huano requiere de amplio conocimiento para su contrucción.

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Es la vivienda o casa de huano –que son los términos más adecuados- para referirnos a la morada que caracteriza a la arquitectura vernácula de la península. En larga plática con el Sr. Hernán Perera, del poblado de Noh Cacab (hoy Santa Elena), nos damos cuenta de que esa arquitectura vernácula, aparentemente sencilla, en realidad no lo es.

La construcción requiere de amplio conocimiento de los atributos y especies de madera a utilizar; habilidad y buen sentido en el diseño, las proporciones y la longitud adecuada de cada una de las maderas; el tratamiento para el anicab (bejuco) y conocimientos sobre cómo amarrarlo a cada una de las uniones de la madera para fijar y armar toda la estructurara de la vivienda.

Antes de iniciar la construcción es necesario hacer una ceremonia para solicitar permiso a los que cuidan y mantienen el equilibrio de la tierra y los lugares. La orientación de la casa es muy importante, ya que de ello dependen la ventilación y la iluminación del interior durante el día, aprovechando la luz de sol. La estructura del techo con forma de cuadrado o rectángulo y los horcones corresponden a las tres capas o niveles que integran el universo.

El primer nivel constructivo. La estructura de la vivienda requiere de cuatro noh okomo’ob u horcones, también llamados kati’itz k’an (las cuatro esquinas del universo). Sobre los no’h okomo’ob se colocan el kata’che’ o tanche’, balol, mu’che’, pach nah, y kopo’ moy.

El segundo nivel constructivo. Es cuando se integra la estructura del techo y para ello las maderas que se requiere son: xa’aiche’, tijera che’, ho’onah che’, ka’ta cuch, belcho’, pak’che, kopo’ moy y xolta cuch. En este segundo nivel las maderas principales como el belcho’, los ka’ata’ che’ y el pa’che’ integran un segundo rectángulo que se afianza a los dos pares de xa’ai che’ ubicados a los extremos y que soportan toda la estructura del techo.

El tercer nivel constructivo. Es la aplicación de la madera delgada más flexible como: huinquiche, hil, xa’an, halab che’ y colohche. Las palmas de huano se colocan iniciando por la parte de abajo hasta la última hilada hacia arriba. La cúspide del techo corresponde al cielo. Después de la cubierta se colocan el koloh che y el pak’lu’um, que forman la pared perimetral. En conclusión, la casa vernácula es un cosmorama y de allí deriva su antigüedad: 500 años aC hasta nuestros días.

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