Uno de los cambios más tempranos del sistema penal ocurrió en el Poder Judicial, donde desde 2011 se nombró a una nueva generación de jueces, de nueva “nomenclatura”, pero también de nueva asignatura, perfil y habilidades y cuya labor es clave en el sistema: los jueces de control.

La ruta de un caso penal se inicia en la Fiscalía estatal, órgano facultado para establecer si hay delito y de qué tipo. Cuenta con una policía a su mando para investigar. En casos de detenciones en flagrancia, la policía preventiva también juega un papel importantísimo, al ser la que mayormente, por sus funciones de protección, detiene a posibles autores en flagrancia. Pero los actos de estos órganos no pueden ser arbitrarios.

Si existe un detenido, la Fiscalía cuenta con 48 horas para turnarlo ante un juez de control, quien debe determinar, con base en las circunstancias que le hacen saber los propios fiscales, si esa detención se realizó apegada a la ley. Esta es la primera gran resolución del juez de control cuando está en presencia de personas detenidas. De ser ratificada como una detención legal, la Fiscalía puede proceder al siguiente acto procesal que es la imputación. En ésta, los fiscales hacen saber al detenido que se ha iniciado una investigación en su contra, es decir, por qué hechos lo están investigando y qué delito constituyen esos hechos de acuerdo con la preliminar calificación que realice la Fiscalía.

En este caso, el juez de control, como lo hará en cada acto procesal, debe asegurar que se están cumpliendo todas las formalidades que establece la ley y que se están respetando los principios que rigen el sistema, tales como publicidad, igualdad para las partes, presunción de inocencia, etc. y que tanto víctimas como imputados conocen y están siendo respetados en sus derechos.

Después de la imputación, el juez de control tiene la tarea de ponderar y resolver las solicitudes de cautela provisional que la Fiscalía solicite para asegurar la presencia del imputado en el proceso y al momento en que la Fiscalía lo solicita, fijar una fecha para proceder a la vinculación, acto procesal de enorme relevancia, como veremos en otra entrega.

Una de las tareas esenciales del juez de control, como su nombre lo indica, es controlar el ejercicio de las actividades de persecución penal de la Fiscalía que invade la esfera de derechos del imputado, de la víctima y de terceros.