Comparecen médicos acusados de negligencia; no se presenta el director

Médicos se reservan el derecho a declarar sobre los hechos que les imputan.

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Los padres del niño fallecido. (Milenio Novedades)
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Mérida, Yuc.- El pediatra Francisco G. M. y el cirujano Wilhem C. G., del hospital “Star Médica”, comparecieron este miércoles ante la Fiscalía General del Estado, donde se reservaron el derecho de declarar sobre los hechos que se les imputan por la muerte del niño Fabrizio Sosa Ávila, de un año de edad, ocurrida en agosto pasado en ese nosocomio privado.

El que no se presentó fue el director del nosocomio, Hugo B. R., quien también está citado por las autoridades para declarar sobre este asunto.

El pediatra y el cirujano acudieron ayer ante el Ministerio Público, donde el personal les leyó el contenido de la denuncia interpuesta por Santiago Sosa Cerón y su esposa Mónica Ávila Rodríguez, que en la carpeta de investigación es la UNATD35-G1/000656/2017.

Los dos médicos, quienes estaban acompañados de sus abogados, se reservaron el derecho de rendir sus declaraciones tras escuchar la denuncia en su contra. Los doctores dijeron que posteriormente lo harían por medio de un memorial.

El sábado 9 pasado, Santiago S. C. y Mónica Á. R., padres de Fabrizio, menor de un año de edad quien falleció el pasado 19 de agosto en ese nosocomio, ofrecieron una conferencia de prensa en la denunciaron una presunta negligencia del cirujano Wilhem C. G. y del pediatra Francisco G. M. en la atención a su hijo, lo que derivó en su fallecimiento.

La madre de Fabrizio denunció la falta de cuidado en la atención al menor por parte de los médicos y del personal de enfermería del hospital, quienes “se portaron irrespetuosos ante el dolor que sufrimos por la pérdida de nuestro hijo e, incluso, nos dijeron que la bacteria la trajo de nuestra casa”, indicó.

De acuerdo con lo que expuso Mónica, su hijo era un niño sano y eso lo demuestran los análisis preoperatorios que le hicieron un día antes de su ingreso al hospital.

“Lo operaron el jueves 17 de agosto a las 9:30 horas y duró alrededor de hora y media la cirugía. Todo iba bien hasta que alrededor de las 6 de la tarde Fabrizio lloraba mucho y sólo quería estar en brazos. El médico dijo que era normal, pero a las 23:30 horas tenía 38 grados de temperatura, los labios morados y vomitaba.

El pediatra Francisco G. dio a la enfermera indicaciones de que le diera un supositorio y un jarabe. Esto no funcionó, ya que al día siguiente tenía el abdomen distendido y el vientre morado, fue cuando el doctor nos dijo que había contraído una bacteria en nuestra casa y ordenó le pasaran vía intravenosa tres medicamentos que tampoco resultaron, porque sus intestinos se inflamaron y tenía líquido en el vientre; al drenarlo era de color café oscuro y más adelante se volvió de color verde”, expresó la madre con la voz entrecortada por momentos.

Santiago C. continuó comentando que su bebé se arrancó el catéter y se quedó sin medicamento y en ayunas por más de 48 horas, ya que el personal de enfermería le dijo que “tenía que poner el catéter una enfermera pediátrica”, la cual nunca llegó. “La jefa de enfermeras –agregó- dio la orden de no ponerle más suero al niño”.

Desesperada, la madre de Fabrizio bajó con el pequeño en brazos a la recepción, de lo cual hay registro en las cámaras del Hospital. Luego de 10 minutos llegó el cirujano con cuatro enfermeras y lo llevaron a terapia intensiva, donde luego de dos horas y después de ir y venir de médicos y enfermeras, le informaron que había fallecido porque le habían dado dos paros cardíacos y una infección generalizada.

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