Acuchillaron 11 veces a Emma Molina Canto

En sus testimonios, los detenidos aseguran que los contrataron para "darle un susto".

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Ligia Canto (de frente), madre de Emma Molina, a las afueras donde su hija fue ultimada. Según los acusados, a ellos los contratron par a"darle un susto". (Archivo)
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MÉRIDA, Yuc.-Los detenidos por el asesinato de Emma Molina Canto dijeron, en sus declaraciones, que "sólo los contrataron" para darle un "susto"... pero le clavaron 11 veces el cuchillo.

"Matamos a la mujer, y sus hijos están bien: no los tocamos", le dijeron, minutos después de cometer el crimen, a su "jefe", o sea, al autor intelectual del homicidio.

Antes de lograr su "encargo", los acusados ya habían acudido tres veces a la escena del crimen; la primera vez, un día antes. Fueron "como si nada" a comprar refrescos y botanas a la tiene que se ubica enfrente del domicilio.

Según la relatoría de los fiscales, Jonathan M. Á. se entrevistó con su coacusado Óscar L. T. para "invitarlo" a participar en darle un “susto” a una persona en Mérida. El pago sería de 30 mil pesos a cada uno.

Por Emma hicieron hasta marchas, pero ¿quienes son las otras muertas, las olvidadas? Lee la nota.

Domingo 26 de marzo

Acudieron a la terminal del ADO en Villahermosa alrededor de las 23:00 horas, donde se vieron con la persona que los contrató, quien tenía los boletos para viajar a Mérida a la 1 de la madrugada del domingo 26.

Los tres llegaron a Mérida a las 9 de la mañana y luego de desayunar fueron llevados a hospedarse a un hotel del centro de Mérida; luego, acudieron al lugar de los hechos en la calle 28 por 39 del fraccionamiento San Luis.

En una tienda de abarrotes se ubica frente a la casas de Emma Molina, el "contratista" compró botanas y refrescos y les dijo cuál era la casa de la mujer a quien debían darle “un susto”. Luego regresaron al hotel, y por la tarde volvieron a ir al sitio donde vivía la víctima.

Lunes 27 de marzo

A las 7 de la mañana, volvieron al lugar, pero cambiaron de automóvil conducido por una persona que les pidió que no lo miraran a la cara; en el asiento del copiloto viajaba quien los contrató.

Al llegar al lugar intentaron cometer el ataque, pero como a esa hora había mucho movimiento de personas, decidieron posponerlo y regresar al hotel. Estuvieron ingiriendo cervezas y comiendo papas a la francesa junto a la piscina.

En la tarde, retornaron en taxi, y en esta ocasión lograron cometer el crimen: Óscar sometió a Emma, y Johnatan la acuchilló en 11 ocasiones, en tórax, cabeza y cuello; la sangre le manchó la ropa a Óscar.

Luego corrieron unas calles para abordar un taxi, a cuyo chofer le dijeron que los llevara al hotel, pero como no sabían la dirección, mejor decidieron que los trasladara a la terminal del ADO.

En el trayecto, Jonathan recibió una llamada de su “jefe” quien preguntó qué había pasado, y si los niños estaban bien; el acusado respondió que ya estaba hecho el “trabajo”: la mujer estaba muerta, y que a los hijos "no los tocaron".

En el Centro, se bajaron del taxi a unas calles de la terminal, y cuando estaban cerca fueron detenidos por policías.

 El dato

Los testimonios son parte de las declaraciones de los acusados, según los fiscales, quienes este lunes los expusieron en la  audiencia de vinculación, donde el juez reclasificó el delito de feminicidio por el de homicidio calificado.

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