Sergio Grosejan/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La semana pasada comentamos que todo indicaba que la tendencia a la mortandad en los cenotes de Yucatán continuaría en ascenso en caso de no tomar decisiones rápidas y correctas, y lo más triste del caso era que desde el punto de vista de los especialistas el 99% de las muertes podrían evitarse si se respetaran o se hicieran respetar los reglamentos.

No entraré en detalle ya que sería engorroso citar los artículos del Decreto 193/2014 por el que se expide el Reglamento de la Ley de Protección al Medio Ambiente del Estado de Yucatán en Materia de Cenotes, Cuevas y Grutas -mismo que podrían revisar en línea-, pero sin duda no se está cumpliendo.

Creo que en este caso, tanto los ayuntamientos como Protección Civil y la Secretaría de Turismo deberían coadyuvar a que estas normas se respeten, ya que por el momento solo parece que Seduma con sus escasos recursos atiende el asunto.

Así de simple: no es posible que el cenote Bolonchojol -donde falleció Roberto Patrón hace dos semanas- así como alrededor del 90% de los cenotes que operan como paradores turísticos en Yucatán no cumplan con el reglamento ni con los requerimientos básicos, como por ejemplo, informar a los turistas de las precauciones que deberían tomar para ingresar.

Cada cenote debe contar con señalización adecuada y equipo básico de primeros auxilios en un lugar visible y accesible así como personal capacitado para darle un uso eficiente siendo evidente esta carencia. De la misma forma, los guías de turistas del sitio deberían estar instruidos en el uso de las instalaciones y capacitados en primeros auxilios, aunado a que los propietarios o posesionarios de cenotes, cuevas o grutas que los utilizan como balnearios deberían contar con al menos un salvavidas, el cual debe permanecer en el sitio el tiempo que permanezca abierto al público; así como también deberían prestar un servicio de renta de chalecos salvavidas en número suficiente, de acuerdo con su capacidad de carga, y esta falta es también evidente.

Sin planificación adecuada

Sin duda, nos están fallando los tres niveles de gobierno ya que no existe una planificación adecuada en relación a poner en oferta nuevos cenotes turísticos dotados con infraestructura adecuada por parte de las instancias gubernamentales federales (Sedesol, CDI, Conafor) estatales (Seduma, Sedesol estatal, Secretaría de Turismo) , ayuntamientos y ejidos.

No existe ningún plan a corto, mediano y largo plazo para el desarrollo sustentable de los cenotes, grutas y cavernas, y todos hacen por su parte lo que consideran o lo que se imaginan, de acuerdo a sus propios intereses o programas, es decir, Juan no le dice a Pedro lo que hará, y por consiguiente no maximizan los insuficientes recursos.

Es necesario involucrar a Protección Civil como garante de que las instalaciones establecidas en los cenotes de uso turístico cumplan con las especificaciones y recomendaciones del ramo.

Muchos especialistas coinciden en que es de vital importancia  que se involucre a la Secretaría de Desarrollo Turístico en esta tarea de planificación de las actividades así como su seguimiento y evaluación, principalmente aquellos donde existen grupos sociales organizados como los municipios de Homún, Cuzamá, Sanahacat, Huhí, Abalá, Hocabá y Yaxcabá  entre otros, así como en cenotes tipo manantial que son utilizados como balnearios en Celestún, Progreso, San Crisanto, Dzilam de Bravo y San Felipe.

Creo que sería interesante que el secretario de turismo, Saúl Ancona, de la misma forma que recorre el mundo tal y como suelen hacerlo los funcionario de su ramo, transite por los cenotes del estado y se entere de las condiciones en las que se operan para saber si es viable promoverlos.

Cloración de cenotes

Finalmente, no puedo dejar de externar lo alarmante de la nota periodística divulgada en prensa y radio en la que se afirma que el Gobierno del Estado de Yucatán aplicaría un programa de cloración de los cenotes, y confiamos en que el titular de la Seduma, Eduardo Batllori, sin duda estaría en total descuerdo con esta incongruente decisión que exterminaría especies únicas del planeta de organismos que allá habitan.

En el presente, a muchos nos resulta triste que uno de los principales depósitos de agua dulce de la nación, así como uno de los atractivos turísticos más importantes de Yucatán, es decir, los cenotes reciba poca atención en esta administración estatal, y nos resulta alarmante todo lo que NO se está haciendo entorno a estas cavidades, llámese control y prevención de contaminación, infraestructura deficiente y riesgosa, seguridad, organización de cooperativas etc. etc.

Sin duda, en caso de que no se inviertan recursos eficientes y suficientes estaremos ante un caso de deterioro continuo, y ojalá que el gobernador Rolando Zapata Bello haga una breve pausa y lo mire a los cenotes como un caso urgente que atender. Continuará. Mi correo es [email protected].