Diseña su futuro de la mano del pasado

Delio Puerto propone piezas de joyería artesanal con elementos y técnicas ancestrales.

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"Hay que hacer algo, lo que realmente te gusta para poder aguantar”, dice Delio Puerto. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Delio Puerto, joven yucateco dedicado a la creación de joyería artesanal, graduado de la Universidad Modelo y egresado de la incubadora de negocios de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTM), propone piezas únicas retomando elementos y técnicas ancestrales, para ubicarse en el mercado nacional e internacional.

El diseñador, además de enfrentar la competencia, revela que uno de los principales obstáculos ha sido su juventud porque el concepto artesanal se asocia con adultos y no con jóvenes, sin embargo, continúa rompiendo paradigmas y avanzando en su ramo.

Sus diseños formaron parte del libro “Las Artesanías en Yucatán Tradición e Innovación”, y el proyecto editorial Latina Creación publicó en su edición de septiembre un artículo en español y francés, que se difundió al nivel internacional.

Actualmente, es encargado de la joyería de Laura Damián Rostro México 2012- 2013 quien representará a México en Seúl, en la fase internacional. 

¿Cómo descubres tu vocación para el diseño?

Siempre me apasionó el diseño, pero al principio enfocado a muebles, nunca hubiera imaginado que me enamoraría del diseño de joyería.

Con esta idea entré a estudiar la carrera de Diseño de Productos y afortunadamente en el proceso llegué a los talleres de joyería con Ofelia Murieta y me gustó.

En las sesiones armé un collar con frijoles rojos y alambres dorados y a la maestra le gustó mucho al igual que a Eva Soto, otra diseñadora. Luego experimenté con alambre y también les encantó, por lo cual comencé a considerar  que el diseño de joyería sería una buena opción, y jamás volví a diseñar un mueble.

¿Cómo definiste tu estilo?

Me gustó tanto este trabajo, que lo hice mi proyecto de tesis, entonces realicé un investigación de proyecto con artesanos yucatecos, sobre el uso materiales naturales, y de ahí me especialicé en el trabajo de diversos metales y elementos, como cuerno de toro para hacer diseños únicos. 

En el proceso para establecerte como empresa con tu nombre como marca ¿qué relevancia tuvo para ti ser incubado en la UTM? 

Me ayudó mucho para saber cómo potenciar el producto, yo tenía gran parte del proyecto adelantado, pero me faltaba definir cuestiones de administración, planes de negocio y otros aspectos propios de una empresa formal.

Recuerdo que entré tres días antes de que cerrara la convocatoria, me enfrenté por primera vez a un jurado con mi colección de filigrana, deliberaron y me aceptaron porque vieron el futuro de la marca, y fue interesante el proceso porque este tipo de propuestas no son comunes en las incubadoras. 

¿Qué ventajas te aportó contar con el respaldo de una institución?

Durante el proceso de incubación había una exposición de emprendedores en la Ciudad de México y me invitaron. Pude mostrar mi trabajo durante tres días, pero previo al viaje viví la semana más estresante e intensa de mi vida por todo lo que implicó los preparativos.

Desde hace cuatro años que trabajas en la joyería y un año formalmente en el negocio ¿con qué tipo de retos te has enfrentado? 

Me han hecho  propuestas que no se concretaron porque lo que hago es joyería artesanal y me pedían piezas en masa. Eso reforzó mi idea de que los diseños que realizo no son para hacerlo por montón, sino sería lo mismo que la industria, quiero ofrecer algo diferente y único.

Trabajar con compañeros artesanos es complejo por el tema de los procesos estandarizados, los tiempos, pero cada vez estamos mejorando esa parte. Todavía no tengo local propio, pero lo he resuelto a través de puntos de ventas en boutiques de Mérida, Quintana Roo y próximamente en Chihuahua.

Siempre hace falta dinero, nunca te sobra ni un peso y siempre debes estar invirtiendo, por eso entré a la incubadora para recibir asesoría de dónde podría obtener financiamientos.

¿Cómo definiste tu mercado?

Los diseños no le pueden gustar a todos, estoy consciente de ello, mis piezas básicamente son mejor recibidas por los extranjeros, les encanta, en ese sentido el mercado se fue definiendo solo porque, aunque dirigí mis productos al mercado local y nacional, en el que más se ha aceptado es el internacional porque no tienen problemas con pagar  diseño exclusivo. Gracias a quienes han adquirido mis piezas, los diseños han llegado a Italia, Francia y Chile, así como otros estados de la República.

¿Cómo proteges tus diseños para evitar el plagio?

Registré la marca, pero no puedo hacerlo con cada pieza es tequioso (sic) y costoso, la producción que realizo es constante y no tendría la oportunidad de hacer el registro cada vez que creo mis colecciones.

Nunca hago lo mismo, me la paso diseñando, pero cada vez que presento mi trabajo en eventos o en redes sociales queda registrado en el tiempo y espacio, a manera de testigo por si alguien quiere copiarlo.

¿Cómo manejas el factor joven en tu trabajo de joyería artesanal?

Nadie cree que soy diseñador de joyería artesanal, me ha costado trabajo demostrar que la edad no significa que tenga menos capacidad, sólo es cuestión de prepararse y de trabajar, trascender. De repente esperan un señor porque hago joyería artesanal, pero esto no me detiene.

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