Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- "Departamento 3" indica la puerta de madera con rendijas... el toque del timbre sonoro como el que anuncia el recreo en una escuela antecede el encuentro...

Pausadamente el pintor baja de su estudio y da la bienvenida a su espacio; sin prisa subimos el primer grupo de escalones, pausa entre una escultura ubicada en el descanso, avanzamos la última escalera, cuadros hasta llegar al segundo piso; allí es donde sucede el hecho artístico.

El artista plástico Mario Trejo Castro reveló su santuario y, en una ambiente ceremonial -rodeado de rostros contemporáneos, de la época del Renacimiento; figuras inacabadas, paisajes, vírgenes y cristos, como si nos adentráramos a su memoria- platicó su historia.

La crítica lo reconoce como uno de los más destacados representantes de la pintura en Yucatán, al grado de ser considerado como cronista plástico de la Península. Además de las artes plásticas escribe cuento y artículos sobre la historia del Estado.

Su estudio, su casa, también es un espacio de enseñanza, donde desde hace 20 años ofrece talleres de arte plástico a generaciones de estudiantes.

'Artista', desde niño

La habilidad para la pintura la descubrió a temprana edad, a los 10 años ya destacaba entre sus compañeros del Colegio Montejo y en su paso por la adolescencia su maestro, el reconocido artista yucateco Armando García Franchi, entonces director del Centro Estatal de Bellas Artes, le indicó el camino para que descubriera que las artes plásticas era su vocación.

Como todo joven de su tiempo asistía a las fiestas, pero a diferencia de sus compañeros durante el evento, en vez de bailar, prefería dibujar. En cada reunión asistía con un papel especial y sus lápices para captar las expresiones y el movimiento. 

“Tuve como maestro a un gran artista yucateco; él descubrió que (yo) tenía talento para la pintura y me enseñó mucha técnica lo que sumó a mi habilidad. La carrera del artista ya no es como antes porque hay que conocer todas las etapas de la pintura, mi maestro decía: copia primero a cada autor, porque al copiarlo te adentras y aprendes mucho de la técnica, luego haces lo tuyo, gracias a ese ejercicio técnico, soy una de las pocas personas que puede hacer reproducción de obra renacentista”, comentó con el ceño fruncido de indignación por el descuido de nuevas generaciones en la profundización del arte y los exponentes a través de la historia.

Durante 11 años vivió en la Ciudad de México y allí pintó a figuras del espectáculo como Lilia del Valle y Julio Alemán, así como personajes de la política y la socialité mexicana.

'En el arte nunca se termina de aprender'

A sus 75 años, considera que el aprendizaje de las artes plásticas es un proceso en construcción, que prácticamente acaba con la muerte o la atrofia física.

Admirador de Rembrandt, colega de hace más de 400 años, y de Santiago Carbonell, pintor ecuatoriano de este tiempo y representante de la corriente hiperrealista que tanto atrae actualmente a Mario Trejo, en apreciación y creación. Naturalmente fue a la exposición de “Lo divino y lo humano”, pero opina que no muestra la plenitud de Rembrandt.

Los primeros cuadros los regalaba y ahora vive de ellos. Ha incursionado en la escultura y la literatura como parte del enriquecimiento de su intelecto y su espíritu.

Con la experiencia como aliada, trabaja seis horas diarias efectivas a la pintura y ofrece talleres dos días a la semana para compartir el conocimiento e identificar en otros la vocación.

Cuadros de artistas yucatecos como el actor Arturo de Córdoba y el dramaturgo Wilberto Cantón forman parte de la historia y los muros que dan hacia al foyer del teatro “José Peón Contreras”, allí quiere agregar su pintura de Ofelia Medina, a quien considera una gran actriz y que merece un espacio a lado de los yucatecos que hicieron historia.

Más que rostros

Amante del estilo “trópico” en el que pinta odas a la naturaleza, experto en reproducir cuadros renacentista, disfruta retratar.

“Cuando pinto lo mío, me despliego, yo busco realmente la belleza, no me gusta la fealdad, algunos hacen monstruos, pero yo busco cosas bellas, interesantes, se puede la naturaleza da tonos magníficos, paisajes, flores, rostros.

Además, me gusta mucho hacer retrato, porque en retrato no es pintar físicamente a la persona, es retratarle el alma, eso lo que refleja en la mirada y captarla es difícil, porque se trata de algo casi microscópico con un detallito que se vaya ya no se parece”, resalta.

Su charla sin prisa, como pinceladas, se alternaban con pausas para mostrar ejemplos de lo que opinaba, así sacó de su librero un álbum de fotos, señaló varios cuadros -suyos y de sus alumnos-, caminando entre caballetes, mesas con óleo y sillas manchadas de pintura.

En preparación un paseo renacentista

El maestro prepara actualmente con sus alumnos una exposición en tributo a la pintura de la época del Renacimiento Temprano, para sensibilizar a la gente sobre este arte y aportar ejemplos para que ubiquen ésta corriente pictórica tan importante en la historia del arte.

Todavía sin sede y fecha definidas, pero su objetivo es un foro del Edificio Central de la Universidad Autónoma de Yucatán. Simone Martini y Giotto di Bondone ya están en la lista.

La despedida. Con un saludo firme y una sonrisa, se despide, se queda entre sus libros, cuadros propios y ajenos; caras conocidas, vírgenes y cristos, su santuario, en el que los rostros no cambian, los años pasan y el ruido de la calle, no interrumpe el hecho artístico. 

Perfil

• Nació el 22 de octubre del 1938.
• Suma 65 años de pintor .
• Ha formado generaciones de pintores desde su estudio, su casa.

Trayectoria

• Su obra se ha expuesto en las galerías más importantes del Estado y ha llegado a distintas partes del mundo, a través de quienes han adquirido sus cuadros.
• Sus cuadros forman parte de las piezas de arte que se exhiben en el teatro “Peón Contreras” 
• Ha incursionado en la escultura y la literatura, escribe cuentos, artículos y su trabajo se ha publicado en  un compilado de cuentistas yucatecos.
• Su obra forma parte del libro “Panorámica plástica yucatanense 1916–2007”
• En 2011 recibió el reconocimiento Ayerac, entregado por la Asociación Yucateca de Especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Edificado, A. C. por su aportación al patrimonio cultural.