Tenacidad, la receta para el éxito

Los creadores de Don Spaghetto comenzaron a hacer negocios desde que eran alumnos de la Universidad Marista.

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Diego Mantecón Ponce muestra los alimentos que ofrecen él y Enrique Linage en uno de sus negocios, el cual cuenta ya con cinco sucursales. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- El hábito de partir con un fin en mente era parte de las pláticas cotidianas de Diego Mantecón Ponce y Enrique Linage Rosado, amigos  que desde sus épocas de estudiantes soñaban con asociarse para generar un negocio exitoso. Tuvieron intentos en diferentes giros hasta que encontraron en la industria restaurantera la respuesta correcta.

Siendo alumnos de la Universidad Marista, mientras almorzaban en una plaza detectaron la necesidad de alimentos de buena calidad, accesibles, con opciones saludables y preparadas al momento, pero de manera ágil, capaz de competir con la comida rápida del mercado.

Allí nació Don Spaghetto, el concepto que reunía lo que buscaban y que significaba un reto emprender al compartir el tiempo del desarrollo del negocio y las tareas propias de sus carreras. 

Tiempos caóticos en los que aprendieron a administrar, priorizar y decidir bajo presión para dar resultados. Actualmente cuentan con cinco sucursales, logradas en cuatro años. 

En entrevista Diego Mantecón cuenta la historia detrás del negocio, el cual está afiliado a  la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados, delegación Yucatán.

¿Por qué emprender en el giro de alimentos?

La idea salió casi de la nada, estábamos comiendo en una plaza porque somos amigos desde hace años, siempre teníamos la idea de hacer un negocio, hicimos proyectitos pero no se concretaron y durante esa comida nos dimos cuenta de que había una mala percepción de la comida rápida, porque la gente considera que todo es grasoso, poco saludable o que te va hacer mal, entonces nos dimos cuenta que hacía falta una opción, que fuera al momento. 

Pensamos que la cocina italiana es apreciada y tras hacer una investigación de mercado lo confirmamos, no había una opción igual y apostamos todo para emprender este negocio. Para esto contamos con la ayuda de la Chef Patricia Valenzuela para armar el menú. 

¿Cómo fue su proceso de emprendimiento?

Cuando comenzamos éramos estudiantes teníamos 21 años, yo estaba estudiando ingeniería industrial y Enrique administración de empresas. Ya para cuando inauguramos estábamos en octavo semestre, dividíamos el tiempo entre el negocio, las clases, por eso comenzamos a bajar las calificaciones, faltábamos a veces, afortunadamente tuvimos el apoyo de los maestros y pudimos terminar la carrera y comenzar a crecer poco a poco.

¿Cómo resolvieron la parte del dinero para iniciar?

Para arrancar, en el capital nos ayudaron nuestros padres, fueron los primeros inversionistas, posteriormente con lo que generaba el negocio lo reinvertíamos, adoptamos la filosofía de los chinos de que primero no se toca nada del dinero para dedicarlo a la empresa y gracias a Dios hemos crecido, lo importante no es quedarse rezagado.

¿Cuál consideras el valor agregado de tu negocio?

El cliente elige qué quiere comer, no obligamos a la gente a decidir entre opciones hechas, sino que ellos se involucren en la preparación de cada platillo y los espacios de preparación son a la vista del cliente, es personalizado. Los ingredientes son de calidad, frescos, cada día nos proveen.

Nos hemos ubicado en diferentes puntos de la ciudad porque creemos que nuestro producto es para todos. 

¿Con 21 años de edad y emprendedores, cómo influyó su juventud en el negocio?

Hubo una parte difícil en las negociaciones con proveedores, pero afortunadamente tuvimos el apoyo y asesoría de nuestros profesores y de nuestros padres.

¿Cuáles son los siguientes pasos?

Pasar al servicio a domicilio, por teléfono, internet, correo electrónico y eventualmente a través de una aplicación móvil. La idea de franquiciar es a largo plazo, porque tenemos que afinar los manuales de procesos.

¿Cuáles son las lecciones más importantes que han aprendido?

Para una sociedad sana hay que tener absoluta claridad de las funciones de cada parte, tomé en serio el consejo de juntate con los mejores para que te vaya mejor, y así es, Enrique es una excelente persona y profesional en el área administrativa y yo domino más la parte operativa. De esta manera damos mejores resultados. Aunque hay discusiones, pero no hay nada personal, siempre estamos evaluando lo que hacemos para crecer.

¿Cuál es la mayor satisfacción de emprender?

Que podemos probar que se pueden obtener buenos resultados si se trabaja duro y que podemos aportar a la generación de empleo. 

Lo más difícil es que la gente te compara lo que ya hay, cree que invertir y emprender es un volado, nosotros hemos comprobado que no es tanto problema el dinero, cuando el mejor capital es la tenacidad  y la fe en el proyecto, si se trabaja duro y convencido, no hay forma de que no sea exitoso.

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