Hechicera europea vino a capacitarse con Hmen de Yucatán

Mihaikla, estudiante de EU de raíces lituanas, quien vino de intercambio a Yucatán, es una 'mashi' (nieta de brujos), y los hmen confirmaron sus dones.

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Dibujo de uno de los dioses lituanos de los cuales reciben ayuda los “rokshi” para hacer sus trabajos. (Jorge Moreno/SIPSE)
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Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Hace unos años llegó de intercambio a Mérida una estudiante norteamericana, cuyos padres eran de origen europeo. Ella se llamaba Mihaikla, pero como en ese entonces estaba de moda la canción “Los males de Micaela” del grupo de música duranguense “Alacranes Musical”, se le quedó de apodo “Micaela”, además de que era mucho más fácil de pronunciar y a ella le gustaba, pues decía que era su “nombre mexicano”.

A pesar de que ella radicaba en EU tenía muy arraigado su origen “soviético” (sus abuelos eran lituanos y mantenía constante comunicación con ellos). Yo la conocí a través de unos amigos en común de la escuela y era muy curioso escucharla hablar en ruso, lituano, inglés y español con su pizca de acento yucateco.

Lo que me llamaba la atención de ella era que decía que era una “mashi”, es decir nieta de brujos, ya que éstos en su pueblo en Lituania eran lo que aquí en Yucatán se les llamaría “Hmenes”, ya que sus características prácticamente eran las mismas, sólo con algunas que otras adecuaciones culturales en verdad sorprendentes.

De acuerdo con lo que me platicó, ahí los brujos del pueblo son por parejas, estos desde que nacen tienen el don y sus padres los casan entre sí. No se concibe un brujo que no tenga una esposa con los mismos dones y no existen brujos solteros así como en Yucatán no existen montañas de nieve. Si alguno de ellos falleciera su pareja deberá retirarse de inmediato de esa labor.

Toman muy en serio su trabajo

¿Y saben que es lo que más me impactó? No el hecho de que los “rokshi” (pareja de brujos del pueblo) no cobran nada por hacer trabajos de curaciones, sino que pueden hasta dar su vida para curar o alejar el mal a sus vecinos, y no sólo eso, si llegaran a fallar en sus consultas pagan con su vida suicidándose en noches de luna llena! Vaya que ahí si toman en serio su “trabajo” y no se prestan ni remotamente a charlatanerías. 

“Micaela” estuvo dos semestres en Mérida, en ese lapso me preguntó mucho sobre la cultura maya, los aluxes, la Xtabay, etc., incluso me dijo que quería conocer a Hmen yucatecos, ya que su objetivo era aprender de ellos. Le presenté a tres o cuatro de éstos y me llamó la atención que todos dijeron que ella tenía los dones suficientes para dedicarse a esa labor y uno de ellos le enseñó varios de sus secretos, ya que a su juicio tenía los “dones naturales”.

Se trata de don Artemio Sulub, hmen de origen temaxeño que por varios meses aceptó como “pupila” a “Micaela”: “hay ciertos dones que son universales, también hay magia y santería que es universal, es decir que no importa de qué parte del mundo provengas, si naciste con ese don lo puedes aplicar en tu país con una que otra adecuación, y esta muchacha, por tener abuelos hechiceros, trajo ese maravilloso don y se le facilita mucho aprender”, me dijo don Artemio meses después de haberle enseñado.

Cuando la joven partió a EU estuvo ahí por dos años y después me enteré que había partido a la tierra de sus abuelos en Lituania para prepararse y convertirse en una “rokshi”, ya que siempre le interesó esto y ya había estudiado más para ejercerlo pues tras la muerte de su abuela, su abuelo se fue a EU a vivir con ella y la preparó…

No cabe duda que las costumbres de otros países nunca dejan de ser sorprendentes, incluyendo lo que ocurre en el ámbito paranormal, a lo mejor algún día cuando Micaela cumpla su objetivo de convertirse en una hechicera, pueda entrevistarla para conocer sus experiencias en su nuevo “trabajo”, ya que aún me comunico con ella gracias a la magia del internet.

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