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MÉRIDA, Yuc.- Este jueves el Juzgado Tercero Oral de lo familiar otorgó a Ligia Canto la custodia provisional de sus nietos, hijos de la fallecida Emma Gabriela Canto Molina, por lo que ahora tendrá que acudir al Juzgado Primero de lo Familiar para solicitar la custodia definitiva de los menores.

Las diligencias se realizaron por medio de abogados de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia, instancia que intervino al tener conocimiento del asesinato de la madre de los menores, ocurrido el 27 de marzo pasado.

La historia

Sin embargo esta tormentosa batalla por la custodia inició a mediados de 2012, cuando Emma Gabriela fue encarcelada en Tabasco y sus hijos fueron sustraídos por su padre, Alberto Medina Sonda, exesposo de Emma. 

La madre ahora fallecida recuperó su libertad en septiembre de ese mismo año tras pagar una fianza y regresó a Mérida para reclamar a sus hijos. La juez primero de lo familiar de Yucatán, Sandra Bermejo Burgos, le negó verlos, a pesar de que ésta falló a su favor en febrero de 2011.

El 18 de octubre de 2012 la misma juez nombró tutores a los abuelos paternos Juana María Sonda Herrera y Julio Alberto Medina Gurubel.

Sin embargo, Emma apeló esta decisión y junto con activistas por los derechos de la mujer encabezó protestas en la entidad.

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El 21 de diciembre de 2012, durante la visita del presidente Enrique Peña Nieto a Yucatán, Molina Canto, su madre y un grupo de activistas yucatecas lo abordaron. Le explicaron el caso y entregaron copias del expediente. El mandatario prometió que se atendería el asunto.

Finalmente en octubre de 2014, en un operativo de la PGR e Interpol, Alberto Medina Sonda fue detenido en Cancún y trasladado a Villahermosa para ser procesado por lavado de dinero y sustracción de menores.

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Los niños fueron trasladados a Mérida e ingresados en el Caimede, hasta que en diciembre de 2016, el Tribunal Superior de Justicia otorgó a Emma Gabriela Molina la custodia definitiva de sus hijos y al fin pudo recuperarlos.

Ahora inicia una nueva batalla legal y una difícil vida para los menores.