En Yucatán sigue el consumo de refrescos y 'comida chatarra'

Reportan bajo efecto del impuesto a bebidas y frituras con alto contenido calórico; afectan la nutrición, en particular de los niños.

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El consumo promedio per cápita de refrescos en los hogares yucatecos disminuyó tan solo 5.37 ml diarios. Imagen de dos jóvenes, uno de ello tomando un refresco para el calor. (Milenio Novedades)
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José Salazar/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Entre  2012 y 2014 el consumo promedio per cápita de refrescos en los hogares yucatecos disminuyó tan solo 5.37 ml diarios y, por tanto, no existe un patrón general de la caída en el consumo de estas bebidas, arroja estudio de investigadores del Colegio de México.

La efectividad de los instrumentos fiscales para modificar patrones de consumo de bienes que podrían afectar la salud no ha sido probada de manera concluyente, establece el “Estudio de los efectos sobre el bienestar de la política de impuestos sobre alimentos y bebidas con alto contenido calórico”, elaborado por los investigadores Enrique Eliseo Minor Campa, Eneas Caldiño García y Carlos Romero Hernández, del El Colegio de México (Colmex).

Por el contrario, el estudio revela que los impuestos especiales, como instrumento para atender temas de salud, han afectado negativamente el nivel de consumo de alimentos y bebidas que pueden adquirir los consumidores de bajos ingresos, ya que esto ha implicado una pérdida en su poder adquisitivo de productos de la canasta básica.

Zulema Cabrera Araujo, especialista en Nutrición Humana y Académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán, comenta que la globalización y la presencia de refrescos y frituras ha afectado la nutrición de los yucatecos, en particular la de los infantes.

“Los menores comen tortilla, frijol y refresco y sacian su apetito, pero no están comiendo lo que requieren. Un niño en edad escolar requiere al día en promedio hasta mil 600 calorías, una persona adulta de 25 años requiere dos mil 500, pero la realidad es que no están consumiendo los nutrientes que requieren. Es necesario que se disminuya el o evite el consumo de refrescos embotellados, jugos azucarados y leches saborizadas”, señaló.

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