Infartos van por personas más jóvenes en Yucatán

Ahora sufren afecciones cardiovasculares personas de 30 a 40 años, cuando antes estos se presentaba en gente de 60 a 70 años.

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En Yucatán los infartos al corazón han afectado a varios choferes de autobús. (SIPSE/Archivo)
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Agencias
MÉRIDA, Yuc.-  Las afecciones cardiovasculares se han convertido en la primera causa de muerte a nivel mundial, las cuales avanzan hacia estratos de población cada vez más jóvenes, de entre 30 a 40 años, cuando antes solía asociarse a edades entre los 60 a 70 años, señaló el especialista Rubén Omar Yza Villanueva.

El presidente de la Asociación Mexicana para la Prevención de la Ateroesclerosis y sus Complicaciones, indicó que se estima que las llamadas enfermedades del corazón provocan la muerte de unas 150 mil personas al año en México.

“En el país pese a que estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Sistema Nacional de Información en Salud muestran a las enfermedades isquémicas del corazón como la segunda causa de muerte y las vasculares cerebrales como la tercera, en realidad las cifras son mayores”.

En el marco del Día Mundial del Corazón, que se celebra este 29 de septiembre, dijo que hacer ejercicio aeróbico 30 minutos al día, aumentar el consumo de frutas, verduras y pescado, mejorar la ingesta de agua y reducir la de refrescos embotellados, son acciones fundamentales para abatir enfermedades y accidentes cardiovasculares.

En entrevista para Notimex, precisó que se cataloga a la diabetes mellitus como la primera causa de muerte, empero “en realidad las enfermedades cardiovasculares son las que acaban con la vida de los pacientes diabéticos, pues más de la mitad de los pacientes diabéticos muere por padecimientos cardiovasculares.

Factores de riesgo

“Vivimos inmersos en una serie de olas epidémicas. En primer lugar la de los factores de riesgo cardiovascular como son la diabetes, la hipertensión arterial, el sobrepeso, la obesidad”, entre otras, dijo.

En la segunda ola, explicó, están todos los problemas vasculares agudos como son los infartos al miocardio, como son los eventos vasculares periféricos.

Como consecuencia de ellos hay una tercera ola epidémica que es la que está saturando los servicios de salud, tanto a nivel público como privado, son los estados discapacitantes, pacientes con insuficiencia cardiaca o renal, a los que se les amputan un miembro y quienes tienen deterioro neurológico por un evento vascular cerebral.

Al respecto, señaló que un tercio de la población mexicana tiene factores de riesgo: 33 por ciento de hipertensión, 16 por ciento de diabetes, un 35 por ciento dislipidemias, de estas últimas, el 60 por ciento de la población adulta mexicana tiene bajo el colesterol bueno, asociado a factores genéticos, alimentación y sedentarismo.

Altos índices de tabaquismo

Otra de las problemáticas, pese a la eliminación de su publicidad y creación de sitios libres de su consumo, es el tabaco, pues aún son altos los índices de consumo, en especial entre adolescentes y mujeres, como lo indican estudios relacionados con eventos coronarios agudos, mencionó.

Para el especialista “el principal problema son estilos de vida poco saludables, en los que predomina el sedentarismo, la dieta alta en grasas saturadas de tipo animal, consumo de gran cantidad de azúcares simples como los que se encuentran en jugos y refrescos embotellados y enlatados.

“Ello representa un alto consumo de productos industrializados que tienen un alto contenido de sodio, que contribuyen a que la presión arterial sea cada vez mayor”, abundó.

El titular de la Asociación Mexicana para la Prevención de la Ateroesclerosis y sus Complicaciones aseguró que la clave para revertir este problema está en la prevención, en especial entre niños y adolescentes.

Es necesario trabajar en los niños para evitar “esas malas prácticas, para que no desarrollen los factores de riesgo cardiovascular, diabetes, hipertensión, que no fumen, que no suban de peso, que no tengan problemas de obesidad, colesterol”, sugirió.

Las acciones, refirió, son varias y sencillas aunque entre la población adulta su implementación puede durar varios años: hay que hacer 30 minutos de ejercicio de tipo aeróbico -caminata, natación, bicicleta- por lo menos cinco días a la semana.

También aumentar el consumo de pescado a tres o cuatro veces por semana –no frito ni empanizado-; incrementar el consumo de pan no industrializado y tortilla de maíz no de harina, así como el consumo de frutas, verduras y de frutos secos -cacahuate, nueces y almendra- sin ser sometido a un proceso de tostado, salado o freídos.

Citó que aplicar estas medidas de prevención puede reducir hasta en un 50 por ciento las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, además que se da una remodelación corporal al reducir peso, grasa abdominal, cifras más bajas de azúcar, colesterol, triglicéridos y se tiene una mejor presión arterial.

Descanso y ejercicio

Donde tenemos mayor esperanza de que funciones mejor estas medidas es en los niños, adolescentes y jóvenes. Deben de poner mayor atención en su alimentación, en su descanso, hacer ejercicio, porque desafortunadamente vemos pacientes de 30, 35 a 40 años con síndromes isquémicos coronarios agudos.

Hablamos de angina de pecho, infartos al miocardios agudos y que esto se debe a los estilos de vida muy pocos saludables por dos o tres décadas y por ello ya se presenta entre entre quienes durante 30 años vienen a detonar un problema de tipo vascular, mencionó.

“Estamos viendo más problemas cardiovasculares porque una vez que los jóvenes entran a la universidad disminuyen su actividad física, duermen menos, comen mal, engordan, fuman y al cabo de 15 años de llevar este estilo de vida tienen suficientes años agrediendo a su árbol vascular y son susceptibles a sufrir estos problemas”, concluyó.

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