Tecnología roba el sueño a los jóvenes

Estudios de la Uady revelan que siete de cada 10 yucatecos no duermen las horas indicadas por estar haciendo tarea o platicando por internet.

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Los jóvenes están propensos a caer en las redes de las drogas sociales. (Milenio Novedades)
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Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Estudios realizados en el Centro de Investigaciones Regionales (CIR) Dr. Hideyo Noguchi de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) revelan que siete de cada 10 jóvenes no duermen las horas adecuadas por estar conectados a internet, ya sea haciendo la tarea escolar o chateando.

Sobre el tema, la Subdirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud del Estado (SSE) indicó que las drogas sociales ya muestran su impacto en la entidad, como ejemplo, los centros Integral de Salud Mental (Cisame) y de Atención Primaria de Adicciones (CAPA) reportan el ingreso de personas por esta adicción a la tecnología.

Especialistas de estas dos instancias coinciden en un severo daño físico que se genera por la falta de las horas que la persona debe dormir, así como una afectación a la relación humana. 

La responsable del laboratorio de neurobiología del Hideyo Noguchi, Gloria Arankowski Sandoval, precisó que el estilo de vida de los seres humanos ha evolucionado de forma acelerada desde hace varios años, lo cual tiene un impacto en la manera en que las personas enfrentan diversas situaciones.

Lo anterior ha generado que del consumo de sustancias ahora se enfrenten otros problemas impulsados por el uso de las nuevas tecnologías.

Además, las personas son empujadas por el consumismo; existen factores que inciden en los seres humanos para la adquisición de nuevas adicciones.

Expuso que las nuevas adicciones se refieren a cualquier sistema de tecnología, lo que su vez se subdivide en diversas maneras de asumir esta manía.

Las drogas sociales ya muestran su impacto en la entidad, ya que se han reportado el ingreso de personas por esta adicción a la tecnología

Por ejemplo, algo importante es la pornografía en la internet; probablemente, aunque la adicción al sexo ha existido desde hace años, ahora es más accesible su consumo a través de las tecnologías que se tienen a la mano.

Otro factor es la influencia social, como el que se debe comer sólo productos nutritivos, sin gluten, sin sodio, sin nada, lo que lleva al desarrollo de nuevas enfermedades, incluso hay personas que se vuelven adictas al ejercicio.

“El exceso de tiempo dedicado a una actividad es indicio de que la persona es adicta, pero se constata cuando no se puede dejar de hacerlo y si lo deja le hace sentir mal, por lo que todo el potencial mental está enfocado en llevar a cabo esa acción”, indicó.

Consideró que si se tienen esas características, y aún no es adicto, se está en grave riesgo de serlo.

La especialista dijo que esta afición puede llevar a consecuencias como que el individuo tenga una afectación grave en su entorno, porque las personas pueden perder todos sus ingresos, como los que los apuestan o dedican su vida al juego, por ejemplo.

Mientras que una persona que tiene necesidad de hacer uso de internet estará todo el tiempo conectado a un aparato, de lo contrario se siente mal, lo anterior implica que no se relacione con su familia ni con los integrantes de la sociedad, lo que repercute en su entorno.

“Cualquier tipo de adicción, sea de sustancias, medicamentos o al juego, que son conductuales, puede tener un impacto en la vida propia, la familia y eventualmente en la sociedad”, precisó.

Mencionó que generalmente los jóvenes requieren de mucho tiempo para dormir, sobre todo los adolescentes, pero hay veces que en lugar de descansar ocho horas, lo hacen sólo cinco horas, eso representa un impacto grave para la salud, lo que adherido a la mala alimentación y falta de ejercicio generará una cascada de situaciones negativas.

“Los jóvenes son susceptibles al consumismo, por lo que adquieren el nuevo celular o tableta de moda; no obstante, a cualquier edad se puede caer en esta adicción, sobre todo porque se requiere de las tecnologías de la información para las labores diarias”, asentó.

Un buen descanso

Para evitar las alteraciones del sueño, la psiquiatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Yucatán, Adriana Irene Roberto Soberanis, recomendó el cambio de hábitos que afectan el descanso y que impiden tener un sueño placentero y reparador, como es el uso de las computadoras, tabletas, celulares, videojuegos y el televisor.

Otros consejos son: no acostarse con hambre o sed, o luego de comer o beber demasiado, a fin de evitar interrupciones en la noche.

También procurar silencio, oscuridad, temperatura y ventilación adecuadas en el dormitorio, así como interrumpir actividades mentales de alta exigencia una o dos horas antes de descansar, de modo que las ocupaciones y preocupaciones se atiendan al día siguiente.

“Ante todo, el hombre moderno debe revalorar el tiempo que dedica a descansar, a la vez que pierde el miedo a irse a dormir; una persona que reposa de forma adecuada no es perezosa ni improductiva, sino consciente de que su concentración, agilidad física y salud en general dependen de llevar a cabo el buen hábito de dormir”, destacó.

Nuevos problemas de salud

Por su parte, el director de la Escuela de Psicología de la Anáhuac Mayab, Alejandro González Novelo, señaló que los futuros psicólogos se preparan para brindar una atención focalizada en las nuevas adicciones, debido a los daños a la salud que generan en las personas.

“Las nuevas tecnologías, el internet y los videojuegos han evolucionado, y su uso no siempre es el adecuado, lo que se transforma en problemáticas para la sociedad, por lo que como comunidad de salud debemos, en lugar de estar apagando fuegos, trabajar en la prevención, y es lo que estamos haciendo con los estudiantes”, señaló.

Indicó que se debe prevenir y reducir la aparición de nuevas problemáticas ante la evolución de las tecnologías.

El especialista explicó que se adaptan los programas e integran estos temas para que como profesionales no lo vean como algo malo, sino que le saquen el mayor provecho en todos los sentidos.

Por ejemplo, se aborda la atención de la ludopatía, de cómo debe ser la educación en la familia, cómo propiciar el desarrollo sano y normal de los niños y adolescentes, lo que es un poco difícil, ya que los estudiantes están inmersos en la cultura actual.

González Novelo señaló que se debe ser puntual en que las tecnologías son herramientas o instrumentos que pueden servir de mucho, facilitan muchas cosas bien utilizadas, el detalle es que implica una responsabilidad en su uso.

Por ejemplo, las personas que trabajan corren el riesgo de utilizar mal la tecnología, y lo más común es emplear el tiempo en las redes sociales y videojuegos, y si esto sucede en gente que tiene un mayor sentido de responsabilidad, en el caso de los niños puede tener dificultades, por lo cual hay que dirigirlos en su uso.

“Los niños buscan desde pequeños disfrutar del placer y una tableta o un teléfono celular tienen muchas opciones para ello, jugar sobre todo; si un instrumento tecnológico de su tipo llega a manos de un menor y no tiene la supervisión adecuada, podemos generar una adicción al juego, que más adelante pueda repercutir en que desarrollen una ludopatía a gran escala, en el mismo internet, en los casinos u otras formas”, subrayó.

Errores de conducta 

El subdirector de Salud Mental de la Secretaría de Salud del Estado (SSE), Manuel Ruiz Mendoza, reconoció que reciben pacientes que se pasan toda la noche usando internet, conversando con otras personas y viendo páginas web, exceso que constituye una adicción.

“Los jóvenes, en lugar de administrar bien el tiempo del día, se dedican adictivamente a perderlo en la computadora”, refirió.

Expuso que hay un desorden las 24 horas del día; por ejemplo, se pasan toda la noche en internet y descuidan otras actividades que deben de realizar las personas de su edad, debido a que dedican su tiempo a “viajar” por internet, olvidando el deporte, las relaciones interpersonales en vivo.

Cabe mencionar que esos errores de conductas pueden ser “la punta del iceberg” que demuestre que esa persona puede tener una psicopatología, como puede ser un trastorno de ansiedad, depresión y de identificación, entre otros.

“Es una realidad, llegan a los centros Integral de Salud Mental (Cisame) y a los de Atención Primaria de Adicciones (CAPA), se trata de pacientes que conforme pasa el tiempo se acercan a pedir ayuda, aunque a veces son los familiares quienes los hacen al ver que la persona ya no duerme, se dedica a estar en internet, y empiezan a tener problemas de conducta”, explicó.

Dijo que antes este problema no era frecuente, ya que no había los avances de la tecnología de ahora; y mientras más oferta existe, más adicción se puede contraer.

“Es lo que está pasando ahora, que vemos múltiples instrumentos donde podemos estar navegando en internet; con mayor facilidad los jóvenes pueden dejar de lado lo que antes eran sus prioridades y diversiones por estar involucrados con un artefacto, en las redes sociales, que a veces se convierten en drogas sociales”, refirió.

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