La hamaca, referente cultural y comercial de Yucatán

Los fabricantes y vendedores luchan por mantener abiertos sus negocios y mantener viva la confección de este producto tradicional.

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La hamaca es un producto que se usa desde tiempos ancestrales en Yucatán. (artemayab.com)
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Agencias
MÉRIDA, Yuc.- Los fabricantes y vendedores yucatecos de hamacas mantienen una lucha no sólo por mantener abiertos sus negocios, sino por mantener viva la elaboración de un objeto que representa la identidad y cultura del pueblo de Yucatán.

El encargado de la empresa "Hamacas el Aguacate", Marco Antonio Salazar Rosado, firma con más de 50 años de elaborar y vender esos artículos dentro y fuera del país y que hoy, como muchos de esos negocios, lucha por mantenerse con vida.

La de estos negocios, de acuerdo con el empresario, es una lucha que ha encontrado escollos en diversos ámbitos para comercializar la muy tradicional hamaca, tanto en el mercado local, como en el internacional, donde la falta de organización, entre otros factores, ha incidido negativamente en su exportación, según información de la agencia Notimex.

La hamaca es un objeto usado desde tiempos ancestrales en Yucatán para dormir o descansar y se ha usado en diversas épocas, lugares y es elaborada con variados materiales.

Según el sitio lasiesta.com, el origen de la hamaca está relacionado con los indios de América Central y del sur, pues los nativos sabían desde un principio lo que tenían cuando la designaban como la "cuna de los dioses".

Las primeras hamacas se elaboraban con la corteza del árbol de Hamack, por este motivo se le atribuye ese origen etimológico a la palabra hamaca.

Colón vio las hamacas en Bahamas

Ese mismo sitio refiere que Cristóbal Colón descubrió la hamaca en las Bahamas, donde el 17 de octubre de 1492, sólo cinco días después de su llegada, hizo constar sorprendido en sus anotaciones que "las gentes dormían en redes entre los árboles".

Él (Colón) llevó la hamaca consigo a Europa, donde en adelante fue utilizada y muy valorada sobre todo por los marineros que en lugar de tener que dormir en el suelo húmedo, duro, lleno de suciedad y plagado de bichos, podían tumbarse relajados en las hamacas y adormecerse por el balanceo del barco.

Salazar Rosado recordó que las hamacas se fabrican desde tiempos antiguos en Yucatán con un hilo hecho a base de nylon y algodón, aunque hay algunos diseños innovadores elaborados sobre todo por reclusos del Centro de Readaptación Social de Mérida y de algunos otras penitenciarías del interior del estado.

Las hamacas yucatecas llegaron a ser tan populares que hace apenas unos 20 años figuraron entre los artículos con certificado de origen con mayores niveles de exportación; sin embargo, "las cosas han cambiado", lamentó.

"Las exportaciones se han venido abajo y ahora los hamaqueros dependemos mucho de la venta en tiendas y de la cantidad de visitantes nacionales y extranjeros que logremos llevar a nuestros negocios", expuso.

Fuerte competencia

"También nos enfrentamos a una fuerte competencia con los llamados enganchadores, gente que recibe comisiones por llevar a los turistas a comprar a determinados sitios, la mayoría dedicada más a la venta de artesanías que especializada en hamacas", reconoció.

"Lo malo que muchas veces son hamacas de baja calidad con precios inflados y eso perjudica a los que sí hacemos hamacas de calidad a buen precio, porque por la mala experiencia de unos, otros ya no quieren comprar porque creen que son muy caras o de mala calidad", consideró.

Comentó que una hamaca individual “bien hecha” tiene un costo promedio de 300 pesos, y una matrimonial puede costar entre 500 y 600 pesos, aunque también hay quienes ofrecen hamacas más caras a las que les aplican una especie de ornamentos en los bordes, pero esa variedad tiene muy poca demanda.

A pesar de ello, siguió, negocios como "Hamacas el Aguacate" tienen sus modos de operación, diseño y fabricación para no demeritar la calidad de las hamacas que fabrican y hacer valer el dicho popular de que "las hamacas yucatecas son de las mejores del mundo".

Empero, opinó que el sector requiere un poco más de atencióny apoyo de las autoridades, sobre todo para recuperar las exportaciones.

Refirió que "hay una especie de comercializadora asentada en Dinamarca y desde ahí se comercializan hamacas a otros puntos de Europa; otros buscan vender con el apoyo de los propios turistas europeos que llegan a sus negocios, ofreciéndoles precios y costos de envío accesibles a sus países de origen".

Esfuerzos aislados y desorganizados

Sin embargo, continuó, son esfuerzos aislados y desorganizados, razón por la que no estaría mal que las autoridades federales y estatales procuraran reorganizar y reactivar la promoción y venta de la hamaca yucateca en el mercado internacional.

Se logre o no, indicó que "siempre habrá quienes estén dispuestos a seguir fabricando hamacas, pues es parte de la historia de nuestro estado, de lo que somos y vivimos todos los días, por lo que yo creo que habrá hamacas yucatecas por muchos años más".

"Con los calores que casi siempre se sienten en Yucatán, siempre será necesario contar con una hamaca", afirmó realista y convencido el empresario y artesano de ese muy popular y tradicional negocio ubicado en pleno centro de la capital yucateca.

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