Manuel Pool/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- Más de 20 mil personas se dieron cita ayer en las playas del municipio de Progreso para disfrutar de la recta final del periodo vacacional.

Ante la gran afluencia de bañistas, el Ayuntamiento pidió el apoyo de la Cruz Roja para establecer a 4 salvavidas y un paramédico en el muelle de pescadores de Chicxulub,  donde además por primera vez se contó con una ambulancia en el lugar.

El "reforzamiento" de la vigilancia se debió a que el domingo pasado, un joven que cayó al mar desde el muelle de Chicxulub Puerto murió ahogado .

A decir del director de Protección civil, Javier Cohuo Jiménez, la solidaridad de los lugareños quedó de manifiesto, ya que pescadores del lugar pusieron al servicio de los rescatistas una lancha para realizar su actividad, además de que un restaurantero les ofreció sus instalaciones para que acudieran al baño.

“Su jornada inició a las 11 de la mañana y  debería de concluir a las cinco de la tarde, sin embargo se acordó que podría prolongarse de haber bastante afluencia al lugar, como se esperaba al igual que en los otros puertos del municipio”, dijo.

En el malecón se vivió un ambiente de fiesta, ya que los visitantes locales y nacionales, ya en menor medida que en días anteriores, recorrían el bulevar una y otra vez.

Hubo marejada debido a los efectos del norte que el viernes por la noche ocasionó una baja en las temperaturas, pero en la jornada sabatina se recuperaron totalmente, al grado de que las familias no perdieron la oportunidad de darse un chapuzón.

Para la seguridad de los bañistas, en esta zona se montó un operativo de vigilancia a cargo de otros 12 salvavidas y dos ambulancias cada una con un técnico en urgencias médicas, todos pertenecientes también a la benemérita institución.  

En esta zona, se calculaba la presencia de unas 15 mil personas, que recorrieron también el puente de madera que une a los malecones oriente y poniente así como el muelle de Chocolate, que fue uno de los sitios con más afluencia en la jornada.

En el centro vacacional del Isstey, el movimiento no fue tanto como el registrado la Semana Mayor, ya que en la jornada sabatina, se contabilizó la entrada de 760 personas al balneario, cuando el sábado anterior ingresaron mil 560 bañistas.

En este sitio, las familias disfrutaron de las piscinas que contaron con el respaldo de cinco salvavidas, dos de ellos en la playa, que lució concurrida, aunque con un poco de sargazo. 

En el corredor destinado para colgar hamacas, no había espacio para una más, de tal modo que los visitantes se acomodaban hasta en grupos de dos o más personas para tomar su siesta mientras disfrutaban de la brisa.

En la recepción del hotel, se reportó un ocupación del cien por ciento de las habitaciones, y poco después del mediodía en el lobby se apreciaba como las familias abandonaban sus cuartos y de inmediato entraba personal de limpieza para dejarlos listos para sus nuevos ocupantes.