Iván Duarte/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- La imagen del maestro cargando enormes libros e impartiendo clases con gis y pizarra ha quedado casi en el olvido, señalan docentes que ven en el empleo de las tecnologías una plataforma básica para complementar la formación de sus educandos.

De forma paradójica, un buen uso de las tecnologías no hace un buen maestro, como algunas personas podrían imaginar, explicó Argel Farjat Aguilar, coordinador de Tecnologías Educativas en la Universidad del Mayab.

“Nunca hay que perder de vista que la tecnología es una herramienta, que nos permite hablar el lenguaje de los jóvenes, y que hoy día el docente no tiene otra opción que incorporarla a la práctica”, indicó.

Explicó que las instituciones educativas no necesitan un buen usuario de la tecnología en sí, sino un buen maestro, que domine primero las estrategias de enseñanza en el salón de clases.

“Si tengo por un lado a un maestro que realmente sabe enseñar y domina su asignatura, y por el otro a alguien que no, pero que sabe usar muy bien las herramientas tecnológicas, en definitiva preferiría al que sabe enseñar”, señaló.

Detalló que no se trata de saber usar las herramientas para comunicarnos, sino de utilizarlas para cumplir los objetivos tecnológicos de enseñar.

Mencionó que existen casos de profesores que no logran captar la atención de los jóvenes en el salón de clases, pero al implementar alguna herramienta tecnológica, por ejemplo, grabarse explicando la clase y transmitiéndola en video, logra el interés de los estudiantes y los alumnos entienden lo que se les explica.

“Es importante que el docente no pierda de vista el objetivo de la clase; es decir, que si lo que se requiere es que el alumno aprenda las formas de transporte existentes, entonces las herramientas que emplee deben lograr que en efecto las aprenda, de lo contrario, no se hace un buen uso de la tecnología”, precisó.

Datos relevantes

• El control sobre la herramienta tecnológica que se permitirá usar en clases es clave en el buen desempeño de la misma con fines educativos.
• El uso de la tecnología es pieza indispensable para el maestro, que de no usarlas simplemente no logrará hablar el “lenguaje de los alumnos”.