Manuel Pool/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- Las playas de Progreso fueron invadidas ayer, Domingo de Resurrección, por miles de paseantes yucatecos y turistas nacionales y extranjeros que disfrutaron del sol, mar y un gran ambiente, lo que motivó que se saturaran los servicios de comida y transporte, y que se registraran afectaciones a la vialidad.

Tan sólo en la zona del malecón, Muelle de Chocolate y el playón, las autoridades estimaron la presencia de más de 30 mil personas, lo que sumado a los paseantes en las comisarías progreseñas de Chuburná, Chelem y Chicxulub se rebasó la cifra de 70 mil visitantes.

En Mérida, desde las ocho de la mañana se formaron largas filas en los paraderos de autobuses y colectivos con destino a la costa, incluso se ofreció el servicio de taxi.

En esta ocasión, el tráfico fue fluido, pero a lo largo de la calle 78, a la entrada de la población, la Policía Municipal dispuso de un operativo para desviar hacia arterias aledañas el tránsito, a fin de que llegaran a la avenida del malecón.

Esta disposición representó un conflicto para los conductores locales, ya que no podían cruzar sobre calles paralelas a la 27, que es la aledaña al mercado para transitar hacia el oriente.

Poco después del mediodía, el malecón estaba a reventar; en el reporte de las 13:30 horas, la Policía Municipal estimó 25 mil personas en la zona, y una hora después ya superaba las 30 mil.

En medio de este panorama, numerosas grupos de promoción de diversas empresas obsequiaban productos en módulos especiales, o las edecanes bailaban a ritmo de “reggaeton” o de batucada e invitaban a consumir en algún expendio de cerveza o comida.

A lo largo del paseo, que va del monumento a Juan Miguel Castro hasta el Parque de la Paz, donde se instaló una tarima que reunió a gran cantidad de espectadores, se observaba un colorido río humano, que para protegerse del sol se colocaba camisetas en la cabeza.

En la zona de playa, desde temprana hora se instalaron familias en improvisadas casas de campaña, mientras que también era posible encontrar mesas y toldos en renta, independientes a los que instalaron los restaurantes, que ayer lucieron a reventar, e incluso se formaron largas filas.

Vigilancia y seguridad

En cuanto a la seguridad, ésta corrió a cargo de los 180 elementos de la Policía Municipal, que se encuentran acuartelados por la temporada, además de personal de la Armada de México, que también realizaba rondines a bordo de una camioneta en la zona del malecón, la SSP y tres vehículos de la Policía Federal, con seis elementos que se mantuvieron a la entrada de la ciudad.

La vigilancia marítima fue encomendada a personal de rescate acuático de la Armada y de la Cruz Roja, los cuales brindaron atención a un joven al que le cayó una botella en la espinilla.

“También localizamos a los padres de una menor extraviada y se atendió a la encargada de un restaurante, ya que se desvaneció y convulsionó”, dijo el paramédico Juan Manuel Ricalde.