'Hay niños y ancianos necesitados, pero más necesitan los animales'

La presidenta del AFAD, Lidia Saleh Angulo, asegura los animales son el último eslabón de la vida moderna, por lo que necesitan más apoyo.

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Lidia Saleh Angulo junto con uno de los perros que se encuentran en el albergue para adopción. (Juan Albornoz/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Lidia Saleh Angulo, presidenta del Albergue Franciscano del Animal Desprotegido (AFAD), comenzó su misión de amor cuando un perro de la calle llegó a la puerta de su negocio rogando ayuda con la mirada. 

Ante ese llamado del destino se inició en la defensa de los animales. Hoy, luego de 15 años, es la única al mando de una asociación con terreno propio para albergar animales, que cuenta con el reconocimiento y respaldo de los organismos nacionales e internacionales, así como por instituciones públicas.

Rindiéndole tributo a San Francisco de Asis, ella y los integrantes de AFAD sienten un profundo respeto por los animales, ya que los consideran seres que comparten amor con los humanos  a cambio de un poco de cariño y un hogar.

Combinando su vida personal, continúa con este apostolado en el que todos tienen cabida y en el que se necesita mucha dedicación, recursos y compromiso, pero sobre todo tenacidad para afrontar el mayor obstáculo de la causa, el prejuicio hacia los protectores de animales.

Líder desde la niñez 

Su astucia para ser la cabeza de proyectos viene desde la cuna. Es la mayor de seis hermanos. De pequeña ayudaba a su madre en las labores del hogar.

“No fui una chiquita consentida; tuve muchas responsabilidades y eso me dio el temple para la causa de hoy", declaró

"Asimismo, el amor que nos dieron nuestros pares a mis hermanos y a mí fue una gran lección, ya que ahora lo puedo compartir con los animales"

"Me indigna su sufrimiento y no puedo quedarme sin hacer algo para remediarlo”, comentó.

Vocación protección de los animales

“La vocación llegó a mí después del huracán Isidoro. Estaba en mi trabajo (tengo un negocio de artesanías) haciendo cuentas y un perro llegó caminando en condiciones deplorables", dijo. 

"Se paró en la puerta con una mirada que clamaba ayuda, como diciendo si no me ayudas, muero. Yo no sabía nada de animales".

"Lo llevamos al veterinario, pero lamentablemente no lo pudimos salvar".

"A partir de ese día comencé a encontrarme perros en la calles; ese día cambió mi vida, creo que comencé a verla de otra manera”, apuntó.

El AFAD es la única asociación con terreno propio para albergar animales, que cuenta con el reconocimiento y respaldo nacionales e internacionales

Recordó que su labor inició dándole comida a los perros que encontraba en la calle, en su ruta al trabajo, pero tras las quejas de los vecinos fue buscando soluciones para no molestarlos y seguir con su causa, hasta que un día todos los canes a los que ayudaba fueron envenenados.

Fue un golpe duro, que requería una solución radical: no sólo alimentaba a los perros, sino que los llevaba a vivir con ella.

“Sé que hay niños y ancianos necesitados, pero más necesitan los animales porque no pueden hablar para pedir ayuda", explicó.

"Nadie le negará comida a un niño o una persona, pero los perros si se acercan a pedir comida a las casas son recibidos con agua hirviendo, les arrojan piedras o simplemente son ignorados".

"Desgraciadamente son el último eslabón de la vida moderna. No pueden hablar, pero muchas veces nos dicen todo con la mirada”, abundó.

Recordó que su nueva empresa le causó ruido a su esposo, quien conoció a las fundadoras de AFAD y consideró que era ideal que conocieran a Lidia, con la intención de que se llevaran al albergue a los perros que ella había rescatado, pero no contaba con que Saleh Angulo además de entregar a los animales, se volvería presidenta de la organización.

La primera presidenta fue Giorgia Charyhas, extranjera que comenzó con el sueño de mano de María Eugenio Escobedo de Zaragoza. 

Estas mujeres consiguieron el terreno al convencer del proyecto al entonces gobernador Víctor Cervera Pacheco. 

Las escrituras están a nombre de AFAD desde hace 15 años, de los cuales 10 ha estado abierto al público.

El mayor reto: el prejuicio

“La parte más difícil, además del mantenimiento del lugar, es enfrentar las críticas de la sociedad, el prejuicio de la ciudadanía que no comprende por qué se debe ayudar a los animales", dijo.

"Nos preguntan ¿por qué estás juntando dinero, trabajando y recogiendo perros cuando hay tantos niños necesitados y mujeres golpeadas? Eso es una realidad, pero afortunadamente hay muchas personas que se dedican al cuidado de menores y mujeres, pero son pocas las que se enfocan a los animales. Además he apoyado a cada proyecto altruista que llega a mí, pero tengo clara mi misión”, concluyó.

Perfil y trayectoria
  • Lidia Saleh Angulo nació el 30 de abril de 1971
  • Padre libanés, Namy Saleh Faur, y madre yucateca, Lidia Angulo Casas
  • Recibió el Premio Ayuntamiento de Mérida a la Cultura Ciudadana, en la categoría “En Convivencia con el entorno ambiental”
  • Recibió un reconocimiento por su labor, entregado por la entonces gobernadora Ivonne Ortega Pacheco
  • Lidia Saleh Angulo destacó que la mayor satisfacción es que sus dos hijos son afines a la causa y confía que serán ciudadanos sensibles no sólo para proteger a los animales, sino a la vida
  • Cabe recordar que AFAD es el único albergue de Yucatán que forma parte del programa Adóptame, impulsado por una conocida marca de alimento para mascotas, que apoya con croquetas y los integra a una base de datos nacional con estricto control, en el que todas las instituciones que aparecen están calificadas como aptas para dar mascotas en adopción
  • Actualmente, el refugio atiende a 80 perros (de los cuales 20 están en hogares temporales) y 30 gatos

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