Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La temporada otoño-invierno es propicia para el aumento de casos de depresión; en comparación con el resto del año, en diciembre se incrementan las consultas de un tres a cuatro por ciento, en Yucatán. El también llamado trastorno afectivo estacional tiene causas poco conocidas, pero numerosos estudios demuestran que un factor que influye negativamente es la reducción de la intensidad y duración de la luz solar; otro son los cambios en nuestro organismo respecto a los niveles de sustancias químicas como la serotonina y las hormonas.

Al respecto, el director del Hospital Psiquiátrico, Arsenio Rosado Franco, explicó que las personas más propensas al mal son las que tienen los genes precisos para desarrollarlo clínicamente y ante la presencia de los agentes estresores, los cuales aparecen en la época navideña, el diagnóstico puede ser poco consolador y desatarse con severidad.

“Diciembre es un mes perfecto para la vulnerabilidad en aspectos como el económico, emocional; muchos no tienen dinero o están lejos de su familia, lo que los hunde en la depresión”, apuntó.

Entre sus síntomas se puede destacar el bajo estado de ánimo, durante la mayor parte del tiempo; pérdida de interés por las cosas, cansancio y dificultad para concentrarse y realizar el trabajo o las tareas cotidianas; aumento del apetito (acompañado de “antojos” por los dulces y otros alimentos ricos en hidratos de carbono), lo que provoca un aumento de peso; sueño excesivo, por lo que se duermen más horas de lo normal y cuesta levantarse por las mañanas; asimismo pueden aparecer, en ocasiones, sentimientos de culpa e incluso ideas de suicidio.

Por lo tanto, el especialista señaló que es importante estar atentos, no sólo cuando existen estas dificultades internas, sino cuando existe la incapacidad de disfrutar las cosas
“En pacientes jóvenes, la tendencia es al enojo y la irritabilidad, como el “Grinch” de la Navidad, el cual contradice a la felicidad”, mencionó.