'Soy profesionista, pero fui ignorante ante el cáncer de mama'

A pesar de sus estudios, Patricia Cabrera no le dio importancia a la mastografía; ahora cuenta su historia de lucha contra este mal.

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Patricia Cabrera Rivero, cuenta su experiencia como sobreviviente de un padecimiento oncológico. (Milenio Novedades)
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Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- “Soy profesionista, maestra, pero fui ignorante: me hice la mastografía hasta los 47 años y el resultado fue cáncer de mama; esta es mi historia y la de muchas mujeres”, comentó con la voz entrecortada Patricia Cabrera Rivero

Esta mujer, sobreviviente de la enfermedad, que es la primera causa de muerte por tumor cancerígeno en las mujeres, hoy sonríe y cuenta con valor el capítulo de su vida que se llama “cáncer de mama”.

Fue sometida a una mastectomía radical, un proceso doloroso física y emocionalmente, pero del cual no se dejó vencer y por eso ahora envía su mensaje a las mujeres para no dejar atrás el cuidado de la salud de sus mamas.

“Yo le declaré la guerra al cáncer”, refiere esta mujer que se enfrentó a la enfermedad con fuerza para cumplir sus metas, sus ideales... 

“Estudiaba un diplomado en gestión de ambientes escolares en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), tenía que entregar unos trabajos en línea y me sentaba en el comedor con la computadora y en una silla junto ponía el drenaje de la cirugía, porque estaba recién operada; pero la fortaleza que tenemos las mujeres me hacía continuar con mis metas”, comentó.

Patricia le pidió la fuerza a Dios para salir adelante, porque el recibir la noticia de una mastectomía radical representa la pérdida de una parte esencial del cuerpo.

“Me bañaba con los ojos cerrados en una silla" aseguró Patricia acerca de su proceso de aceptación

“Sí nos duele físicamente, duele al alma, pero uno aprende a vivir con lo que te toca, pero además, tenemos que entender que vida solo hay una, y que no nos podemos agachar porque no tienes una parte de tu cuerpo, porque la vida y el mundo sigue”, enfatizó.

En la etapa crítica de sus tratamientos, que fue la caída del cabello ante las quimioterapias, no fue tan importante como el verse desnuda frente al espejo por primera vez un mes después de la cirugía.

“Me bañaba con los ojos cerrados en una silla, todo es un proceso, es como un duelo ante una pérdida; pero aquí sigo.

"Actualmente trabajo, disfruto de mi familia y sigo con mis metas; recuerdo que en mi etapa más difícil, cuando venía una amiga a visitarme, lo primero que le decía era, ¿ya te hiciste la mastografía?”, relató.

Explicó que para superar esta patología la actitud ante una noticia tan inesperada cuenta mucho, pero es vital el apoyo y las redes con las que cuenten, como son la familia y las amistades, lo cual fue fundamental para que saliera adelante.

Patricia hizo un llamado para que las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama se detengan un momento, lloren, reclamen, pero que revaloren todo lo que tienen a su alrededor, sus tiempos dedicados al trabajo, a los amigos, a la familia y a la salud.

“Si yo fui negligente, apática, descuidada con mi salud, con mi testimonio les dejo una lección a las mujeres: ser responsables de nuestro cuerpo y salud”.

Ante el giro que dio su vida en este episodio que la dejó marcada por una cicatriz, ahora está iniciando una nueva experiencia en “Contacto” una asociación sin fines de lucro que busca crear conciencia en más mujeres para que se tomen su tiempo, piensen en ellas y salven su vida.

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