MÉRIDA, Yuc.- El empresario Rodrigo D. G. enfrenta un nuevo proceso penal por un millonario fraude, siempre por la construcción de un edificio de condominios en Chicxulub Puerto, ahora fue demandado por la constructora encargada de realizar la obra.

En esta ocasión, Rodrigo D. G. involucró a su hermano Silvio y a Rommel S. A., estos dos fueron imputados y vinculados a proceso por la juez primero de control, Suemy Lizama Sánchez.

Mientras tanto Rodrigo D. G. no se presentó a la audiencia argumentando que no fue notificado debidamente, también alegó que está enfermo y por eso pidió que la diligencia se realice en su domicilio.

La juez Suemy Lizama Sánchez accedió a la petición y la audiencia de control se llevará a cabo el 1 de diciembre próximo en la vivienda del acusado.

Sentencia anterior 

Cómo informamos, el 10 de marzo pasado, Rodrigo D. G. fue sentenciado a cinco años un mes de prisión y condenado al pago de la reparación del daño por cerca de cuatro millones de pesos a la víctima, Marysa T. F., por la venta de un departamento en un edificio de condominios que se construirían en el predio 322 de la calle 15 polígono II de Chicxulub Puerto, mismo que nunca entregó.

La sentencia condenatoria obligó al acusado a llegar a un acuerdo con la denunciantes y reparar el daño causado, ya que de otra manera sería encarcelado para purgar su condena.

En esta nueva causa penal, la 208/2017 del Juzgado Primero de Control, el afectado es la constructora Maqte S.A. de C. V. y en contra del Corporativo Rdiez S.A. de C.V. cuyo representante legal es Rodrigo D. G.

Se trata del mismo edificio que se haría en Chicxulub Puerto, pues Rodrigo D. G. contrató a la constructora Maqte S.A. de C.V. para realizar la obra, que comenzó en julio de 2014. Sin embargo, al poco tiempo el acusado comenzó a dar evasivas para hacer los pagos del avance de la obra, al grado de llegó a deber dos millones 250 mil pesos.

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Luego admitió que carecía de liquidez y ofreció a la constructora la venta de un penthouse –en ese inmueble-, de modo que llegaron a un acuerdo.

Sin embargo, a la semana de haber firmado la promesa de compraventa del penthouse en 7 millones 400 mil pesos, la ahora afectada descubrió que Rodrigo D. G. había vendido el edificio en cuestión a Roberto Lozano Tamez el 3 de septiembre de 2015.