Multihomicida y suicida del DF vivió y estudió en Yucatán

El abogado Ángel Salvador Villada Moreno tomó la trágica decisión debido a que estaba 'muy endeudado', según asentó en una carta de despedida.

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Exterior de la vivienda, en la delegación Álvaro Obregón de la ciudad de México, donde ocurrió la tragedia de la familia Villada Martínez, el pasado 16 de octubre. (Foto tomada de www.ciudadypoder.mx)
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Julio Amer/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Aún no se apaga el eco de los recientes crímenes de yucatecos fuera del Estado y ahora tuvo lugar un terrible multihomicidio y suicidio a la vez: el viernes pasado el abogado Ángel Salvador Villada Moreno, quien residió y estudió en Mérida, asesinó a su esposa y sus tres hijas y luego se quitó la vida de un disparo al rostro, en su domicilio de la Ciudad de México, supuestamente porque estaba muy endeudado “y ya no podía mantener a su familia”, según dejó escrito en una amplia carta.

El pasado viernes informamos de este sonado caso que se suma a otros crímenes múltiples recientes en la metrópoli, con el de la colonia Narvarte, donde también cinco personas fueron asesinadas, entre ellas un fotoperiodista, una activista social y una “escort” colombiana. 

En la nota se informó que un padre de familia había asfixiado a sus tres hijas menores, a su esposa y luego se había suicidado de un tiro en la cabeza.

Milenio Novedades averiguó que Ángel Salvador Villada Moreno, de 41 años y de profesión abogado, vivió en esta ciudad en su juventud. Las redes sociales estuvieron muy activas ayer entre ex alumnos de la Escuela Secundaria Federal No. 5, en Fovissste-Pensiones, donde con consternación comentaban el caso de su ex compañero y daban el pésame a sus familiares que residen en Mérida. 

Quienes conocieron a Ángel aseguran que fue una persona que le gustaba aparentar lo que no tenía

Se pudo saber que Villada Moreno siempre fue un estudiante de carácter tranquilo y que practicaba varios deportes; sin embargo, otros comentan que era un tanto “alzado” y tenía un reducido grupo de amigos que era también como él. Su familia era de clase media alta y vivía precisamente en Pensiones.

Según los trágicos hechos, ese viernes 16 de octubre a las 6:30 de la mañana, Ángel le envió un mensaje a uno de sus hermanos diciéndolo lo que haría, porque “estaba muy endeudado y no podía sostener a su familia”y terminaba escribiendo: “Despídanme bien”. Por desgracia, el mensaje lo leyó su consanguíneo horas más tarde, cuando ya la y tragedia se había consumado.

Alarmado, su hermano acudió al predio de Ángel Salvador alrededor de las 11 de la mañana, llegando casi al mismo tiempo que el suegro del multihomicida y suicida, pues acostumbraba hablar todos los días con su hija, Lidia Aidé Martínez Gutiérrez, de 39 años, y le extrañó que no le contestara el teléfono. Al entrar ambos a la casa se encontraron con la afanadora, que ya había empezado a limpiar la casa, pues tenía llaves, sin saber de la tragedia. Cuando hermano y suegro le preguntaron por los Villada Martínez, la sirvienta les dijo que creía que seguían durmiendo, pero al subir a las habitaciones se encontraron con la macabra escena de las tres niñas, de 7, 8 y 11 años, asfixiadas en sus camas, y en el cuarto matrimonial, el  cadáver de la esposa. Por último, hallaron al padre en el jardín posterior, con un tiro en el rostro y aún con la pistola, una .38, en la mano.

Tras dar aviso a las autoridades, los agentes investigadores encontraron una carta de tres hojas en las que el abogado explica los motivos que lo llevaron a tomar tan terrible decisión. Incluso en algunas partes la tinta parecía corrida por las lágrimas del hoy occiso. En el escrito, en forma dramática y conmovedora detallaba por qué lo hizo, siendo el motivo principal que estaba muy endeudado –se calcula que debía más de un millón de pesos- y sus acreedores lo estaban presionando para que saldara la deuda.

Los Villada Martínez residían en una vivienda de dos plantas, ubicada en la lujosa privada de la avenida San Jerónimo 181, de la colonia Tizapán, delegación Álvaro Obregón. A las puertas del predio tenían estacionados dos vehículos, un Mercedes Benz y un BMW, y en el interior de la casa, amueblada con gusto, había pantallas de plasma gigantes, equipo de sonido, aire acondicionado integral, etc., lo que da cuenta del lujo en el que vivían.

Según comentarios sus ex compañeros, Ángel siempre fue una persona que le gustaba aparentar más de lo que tenía, y que probablemente por ello vivía una “vida ficticia”, en la que casi todos sus bienes los había adquirido a crédito, llegando el momento en que la deuda se volvió impagable.

Otros antiguos condiscípulos de Villada Moreno señalan que nació en el D.F., pero desde pequeño vino a residir a Mérida con sus padres, quienes se quedaron a vivir aquí, en tanto que él se trasladó a la capital del país donde cursó la carrera de Derecho en la Universidad Tecnológica de México, según el Registro Nacional de Profesionistas. Su cédula profesional es 3021298.

Cabe señalar que las autoridades capitalinas aún no cierran el caso y están abiertas varias líneas de investigación.

Otros casos

* Entre la noche del 2 de enero y las mañana del día 3 de 1991, en un predio de la colonia Serapio Rendón, el agente de la entonces SPV, Audomaro Espadas Sánchez, quien estaba franco, asesinó a balazos a su esposa Rosa Quintal González, porque sospechaba que lo engañaba, también mató a sus dos pequeños hijos, Manuel Jesús y Claudia del Carmen, de 9 y 7 años, respectivamente, y luego se pegó un tiro.

* El 2 de agosto de 2011, Gregorio Hidalgo Magaña Cervantes, de 40 años, mató a balazos su esposa Janie Rosaura Salazar Pérez, de 35 años, y a sus hijos Gregory Hidalgo Magaña Salazar y Carlos Francisco Ucaña Salazar, de 3 y 9 años de edad, respectivamente, en su casa del fraccionamiento San José Tzal, y posteriormente se suicidó. Días después murió Guadalupe del Rosario Magaña Salazar, de 2 años de edad.

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