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La llegada de esta primavera nos recuerda que hay que estar preparados para la guerra, pues la política es una de sus extensiones, sobre todo para la contienda programada para 2018, que promete ser de pronóstico reservado, pues se renovarán todos los cargos de elección popular, federales, estatales y municipales.

Como en los resultados influyen tanto circunstancias nacionales como locales, la obligación de los institutos políticos es, en la medida de lo posible, mantener su maquinaria perfectamente aceitada a fin de hacer frente a las exigencias de la próxima campaña.

Pero, antes del trabajo de organización territorial, la capacitación de cuadros, y de afinar la estructura electoral, el insumo esencial que requieren los partidos políticos para aspirar al triunfo de sus candidatos es la unidad, la cual depende del convencimiento de los grupos políticos que los conforman sobre la necesidad de evitar deserciones importantes que dividan las fuerzas favorables a su organización, lo que depende generalmente de que existan procedimientos transparentes para la selección de candidatos así como de que haya liderazgos consolidados. Un rápido análisis de la situación que, en este sentido, prevalece en las principales fuerzas políticas en nuestro Estado es la siguiente:

A diferencia de la percepción de su situación nacional, donde algunos se anticipan a descartar cualquier posibilidad de triunfo del PRI, la excelente calificación del gobierno de Rolando Zapata Bello resulta un factor principal de unidad, que alimenta además las expectativas para que esta organización pueda conservar la titularidad del Ejecutivo local, así como contribuir con buenos votos para su causa nacional, por lo que la renovación que se lleva al cabo en la directiva estatal partidista debe verse como parte de la estrategia diseñada para hacer frente a las nuevas condiciones en que se desarrollará la campaña.

En el PAN, en pública disputa por la dirección estatal, desde hace más de año y medio se viene protagonizando una encarnizada lucha entre el ex gobernador Patricio Patrón y su ex cuñado Raúl Paz, su presidente, con filtración de videos y audios donde se acusan mutuamente de corrupción, “moches”, en la que han involucrado la Comisión Anticorrupción de Ricardo Anaya que fue, desde el liderato de su bancada, quien ideó esa corrupta práctica. Lo que los pone en una situación vulnerable.

La tercera fuerza local, el PRD, pasa por una situación similar a la nacional, donde las fuerzas importantes tienen como principal punto de colisión las alianzas con el PAN o con Morena, a lo que ha contribuido la “falta de despliegue” de su “candidato ciudadano” Miguel Ángel Mancera en pos de la candidatura presidencial. La denuncia de su presidente estatal de que grupos del PAN pretenden infiltrarse en su partido es una prueba más.

El tiempo continúa su inexorable marcha y las tareas que no se realicen hoy pueden ser decisivas a la hora de la evaluación final.

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