Aguas con las minusvalías…

Las siefore invierten su dinero comprando a su vez acciones, bonos, certificados, títulos, papel comercial, letras, etc., las cuales, con el tiempo, suben de valor; al convertirlos nuevamente en pesos.

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Su ahorro para el retiro lo recaban el IMSS o el Issste y lo entregan a su afore, que lo registra en su cuenta individual y compra con él acciones de la siefore que a usted le corresponda (por razón de su edad), al precio que aquéllas tengan ese día.

Por ejemplo, si la acción tiene un valor de 5 pesos, y usted ahorró mil pesos, la siefore entregará 200 acciones, lo que sucederá cada bimestre, mientras labore y cotice.

Así, su ahorro para el retiro queda convertido en acciones, y así permanecerá hasta que se haga un retiro por cualquier motivo.

Las siefore invierten su dinero comprando a su vez acciones, bonos, certificados, títulos, papel comercial, letras, etc., las cuales, con el tiempo, suben de valor; al convertirlos nuevamente en pesos, su ahorro refleja que ha crecido.

Pero en algunas ocasiones parece que su ahorro disminuye, y ello se debe a que, al día del corte, los instrumentos financieros comprados tuvieron un descenso en su valor.

Al paso del tiempo, el valor de los instrumentos aumenta y así continúa, bajando y subiendo, subiendo y bajando, subiendo y subiendo.

A ello se debe que, cuando recibe el estado de cuenta de su afore, algunas veces refleja rendimientos negativos, hecho que se interpreta como “una pérdida”, sin que ello sea así; ese resultado se llama “pérdida virtual” o “minusvalía”.

Por consecuencia, aun cuando su ahorro para el retiro presente minusvalías, sepa usted que la “pérdida virtual” se convierte en “pérdida real” sólo si usted vende los instrumentos financieros en que se invirtió su aportación.

Así, la decisión más desafortunada que usted puede tomar, cuando su ahorro para el retiro presenta minusvalías, es cambiarse de afore, pues para ello es necesario vender los instrumentos financieros comprados, a un valor disminuido, convirtiendo la “pérdida virtual” en “pérdida real”.

En los 19 años y medio de vida que tiene el SAR, minusvalías y plusvalías han estado presentes en forma cotidiana, pero siempre la tendencia de las plusvalías ha sido mayor.

Haga la prueba del ácido y pregunte a su afore el valor de la acción al día en que usted hizo su primera aportación, y el precio que tiene al día en que va y pregunta.

Observará que el precio de compra inicial contra el precio actual es muy significativo, lo cual refleja que, en el tiempo, su ahorro para el retiro ha tenido más plusvalías que minusvalías.

Si hoy día, el estado de cuenta recibido de su afore refleja minusvalías, es decir, rendimientos negativos, la decisión más sensata es no cambiarse de afore, le digan lo que le digan; espere tiempos mejores y, sobre todo, recibir asesoría especializada antes de traspasar su cuenta individual a otra afore.

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