Experimento en la OEA

Habrá que estar pendientes para saber qué curso le dará el organismo a las demandas de la sociedad.

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Se lleva a cabo en Cancún la 47a Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) con una nueva modalidad de trabajo -impulsada por México- para escuchar a las organizaciones de la sociedad civil ¿resultará el diálogo a través de coaliciones?

Las diversas organizaciones inscritas no se esperaban este nuevo formato de participación, la expectativa es tener una sesión en la que no se confronta para tener un intercambio más diplomático que dé cabida a todas las voces en los temas de mayor interés.

Los últimos años la OEA se convirtió en el escaparate de peleas, aplausos, enfrentamientos, abucheos e incluso peleas físicas y hasta secuestro de la sociedad civil como sucedió en las últimas ediciones de Panamá y República Dominicana.

México propuso hacer un trabajo previo, que la discusión sea antes del encuentro de los delegados y unir a las personas y organizaciones en coaliciones temáticas.

Esto automáticamente elimina o minimiza el conflicto porque las coaliciones se autogestionan y se organizan por intereses comunes. Ahora, el trabajo de coaliciones es tras bambalinas y luego se visibiliza en un espacio otorgado a sociedad civil dividido en tres mesas temáticas: desarrollo integral, derechos humanos y seguridad; contando cinco minutos máximo por coalición asegurando así ser escuchados a través de los voceros en tanto los jefes de las delegaciones realizan observaciones, comentarios o confrontan las ideas que se proponen.

Ya no hay que buscar un consenso imposible, y no se juntan sin sentido dos posiciones irreconciliables como puede ser la defensa de la vida o la promoción del aborto; la protección de las personas con discapacidad o bien su exterminio por las mismas razones, por mencionar solo algunas.

Y es que parecía no tener ningún sentido, ni político ni estratégico, ni de mayorías sentar a dos personas a un diálogo que no sería fructífero. Optaron por una modalidad en la que cada una plantee su posición de la mejor manera.

El lunes, los voceros de las 30 coaliciones nombrados ex profeso hicieron lo suyo, la mayoría se condujo con el respeto que exige la organización, en tanto otras fueron llamadas a respetar el orden o el tiempo de participación y de nueva cuenta se dejaron ver carteles y banderines de parte de quienes quizá no encuentran argumentación suficiente.

Por otra parte, más de un centenar de asociaciones se mostraron enojadas porque al ser “obligados” a formar una coalición sin conocer a otras quedaron fuera del diálogo, relegadas a simples observadores, y la superficialidad del formato no permite durante las sesiones conocer a quienes allí están, con lo cual el año próximo se tendrá la misma problemática.

En este experimento de la OEA habrá que estar pendientes para saber qué curso le darán a las demandas de la sociedad, el común denominador fue la llamada a respetar la soberanía de cada Estado miembro, sus valores y su legislación interna, en pleno respeto de los derechos humanos inalienables.

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