El paso de la tormenta tropical “Franklin”, un buen ensayo para autoridades y ciudadanos

Fue como un ensayo en la presente temporada de huracanes y déjenme decirles que aún falta lo más intenso de ella.

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El pasado 6 de agosto, a las 19:00 horas, se formó en el Mar Caribe el sexto ciclón tropical de la temporada, llevando por nombre “Franklin”, y enfiló hacia las partes este y sur de la Península de Yucatán. Este sistema, pese a ser solamente una tormenta tropical, era un ciclón bastante extenso y de muy buena estructura, como la que presentan los grandes huracanes, y la zona de amenaza de impacto del meteoro en aquel momento era en un punto situado en la costa entre Belice, Belice, y Tulum, Quintana Roo.

“Franklin” tenía un desplazamiento hacia el oeste-noroeste a 20 km/h y se esperaba que para la noche del lunes 7 de agosto o primeras horas del martes 8 impactara a la Península de Yucatán, se internara en ella y saliera al Golfo de México por un punto de la costa comprendido entre San Francisco de Campeche, Campeche, y Progreso, Yucatán, en horas de la tarde o noche del martes 8.

En la península inmediatamente se dieron los avisos y alertas respectivas, se empezaron a tomar las precauciones pertinentes y la población respondió en forma tranquila pero firme al llamado de las autoridades ante la amenaza real de aquel fenómeno meteorológico.

Su centro ingresó a eso de las 22:45 a la península por el Estado de Quintana Roo, en un sitio cercano a Punta Herrero, al norte de Majahual, pasó muy al sur de Yucatán, 70 km al sur de Peto, a las 08:30 horas; luego llegó a 120 km al sur de Mérida alrededor de las 12:00 horas, y salió al Golfo de México por un punto entre la Isla de Jaina e Isla Arena, Campeche, a las 18:00 horas.

Salvo a la capital de Campeche, que sufrió inundaciones, al resto de la península le fue bien, con acumulados de lluvia de máximo 35 mm de altura de lámina de agua. En Mérida las rachas máximas de viento fueron de 60 km/h a las 16:00 horas.

Fue como un ensayo en la presente temporada de huracanes y déjenme decirles que aún falta lo más intenso de ella.

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