Calificar como delito grave el feminicidio en Yucatán  era, hasta hace unas semanas, un tema que no existía, que no estaba incluido  en la agenda legislativa del Congreso del Estado, aun cuando desde hace más de un año en la Comisión de Equidad de Género, a la cual pertenezco como secretario, solicité legislar sobre este tema.
Incluso mencioné el caso de una mujer en Progreso que fue brutalmente asesinada,  y en donde  el  agresor no fue juzgado por un delito grave.

El pasado sábado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el Ejecutivo del Estado envió la propuesta de que el feminicidio sea considerado un delito grave en Yucatán.

Aún escucho comentarios entre algunos hombres de nuestra sociedad, que se preguntan y cuestionan cuál es el caso de tipificar este delito como grave, que eso es homicidio, un homicidio como cualquier otro y ya.

Ante tal cuestionamiento, les respondo que  el feminicidio debe ser tipificado, por la existencia de una violencia extrema contra el cuerpo y la dignidad de la mujer, basándose en una aún existente cultura misógina y machista, que no solamente discrimina y niega los derechos de las mujeres sino las tiene en calidad de propiedad personal.

Dejar el asesinato de mujeres de manera sangrienta como un delito NO GRAVE  es taparnos los ojos ante una sociedad que aún no ha logrado el avance a la igualdad de género.

Siempre se habla de que estamos en un estado de equidad, donde todos somos iguales ante la ley, pero, en la práctica, la mujer sigue siendo relegada en la vida pública y privada de la sociedad, aún existen hombres que no reconocen la paridad de género y las mismas oportunidades.

En unos días, en Yucatán el feminicidio será castigado hasta con 50 años de cárcel a quien lo cometa, estoy seguro de que con este cambio a la ley no acabaremos con la desigualdad entre mujeres y hombres, mucho menos con la violencia,  ya que para eso falta mucho por recorrer. ¿O cómo lo ve usted?