Las pocas nueces del “Chino” Zelaya

El diputado chetumaleño del PAN, Fernando Zelaya Espinoza, ha demostrado ser un excelente actor durante su corto tiempo en la legislatura...

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El diputado chetumaleño del PAN, Fernando Zelaya Espinoza, ha demostrado ser un excelente actor durante su corto tiempo en la legislatura, pues mientras interpreta a la perfección el papel de un político ocupado y preocupado, encabezando conferencias de prensa denunciando a los malosos borgistas, volanteando contra el gasolinazo en “apoyo” al pueblo y opinando sobre de manera pública sobre cuanto tema se le atraviese, oculta la decepcionante realidad de su desempeño legislativo, hasta el momento el peor de todos.

La simulación del “Chino” Zelaya queda expuesta al echar una simple ojeada al portal digital del Congreso del Estado, donde se expone que el protagónico legislador chetumaleño tiene en su haber tan solo un par de iniciativas presentadas en sus seis meses en el cargo, las cuales ni siquiera son suyas, sino que son reformas de ley impulsadas por su bancada en conjunto.

En términos llanos, el trabajo legislativo de Zelaya Espinoza en lo referente a iniciativas propuestas se puede medir con un número bien redondo: cero.

De los 25 diputados locales es quien ostenta el peor promedio de desempeño, con la única excepción de la diputada de Morena, Silvia Vázquez Pech, quien también anda por la calle de la amargura en ese rubro.

Pero Silvia Vázquez no es una política de carrera, a diferencia del “Chino” quien tiene una larga trayectoria en el mundillo de la grilla local y se supone que supera en oficio a la morenista.

A pesar de sus malos números, el diputado Fernando Zelaya está empeñado en posicionar su imagen ante el electorado utilizando principalmente sus redes sociales, las que nutre con videos, comentarios, fotografías y más, mientras descuida lo medular de su trabajo: legislar.

En el más reciente video que compartió en su cuenta pública de Facebook, adereza con música de orquesta sinfónica sus palabras vertidas en el estrado del Congreso.

“Los quintanarroenses tienen el derecho, y nosotros la obligación de garantizar una mayor participación real en la vida democrática y política del estado de Quintana Roo. Hubo un cambio, y ese cambio tiene que ser reflejado en leyes que hagan más activa la participación de la ciudadanía, pero que también obliguen a quienes forman parte de los poderes a escuchar, y no solamente a escuchar, sino que se sujeten al clamor del ciudadano y de la ciudadanía”, pronunció el diputado.

Lo que no dijo es quién va a encargarse de hacer estas leyes, porque evidentemente él está mucho más preocupado en apuntalar su sueño de llegar a la presidencia municipal de la capital en el futuro próximo que en cumplir con la función por la que los ciudadanos le pagamos, y le pagamos muy bien.

Diputado, por favor, ¡póngase a chambear!

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