Jorge Euán/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La Arquidiócesis clausuró el Año de la Vida Consagrada, con jornadas de oración en cada una de las congregaciones religiosas que hay en Yucatán.

Al respecto, el vicario de la Vida Consagrada, Pbro. Óscar Viñas, señaló que la celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, se celebró por primera vez el 2 de febrero de 1997 y tiene como objetivo “ayudar a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos”.

“Este día quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor”, puntualizó.

Explicó que la misión de la vida consagrada en el presente y en el futuro de la Iglesia, no se refiere sólo a quienes han recibido este especial carisma, sino a toda la comunidad cristiana.

“Nuestra Iglesia tiene 52 congregaciones femeninas, que agrupan a 550 personas, y 17 masculinas, que reúnen a 100 varones consagrados, “quienes somos testimonio de vivencia de comunidad, púes cada casa de religiosos se convierte en luz y sal para mostrar que si es posible vivir en familia, hermanos todos”. 

Indicó que durante la jornada de ayer cada congregación religiosa realizó actividades como momentos de oración, talleres de espiritualidad y estudio, así como convivencias que fortalecen el testimonio de luz y alegría para las nuevas generaciones.

“En esta jornada que marca el fin del Año de la Vida Consagrada, todos los religiosos y religiosas renovamos el compromiso de ser memoria viva del seguimiento radical como Jesucristo pobre, casto y obediente”, precisó el P. Viñas.

Finalidad

• La jornada de oración tuvo como finalidad promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y la estima de la vida consagrada.
• La Jornada Mundial de la Vida Consagrada se celebró por primera vez el 2 de febrero de 1997 y busca valorar el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo.