Marha Chan/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Este viernes se reunieron sacerdotes de los decanatos de la Arquidiócesis de Yucatán, donde se acordó la realización de talleres para la comunidad y se establecieron los lineamientos vocacionales de los trabajos de la Iglesia en el terreno espiritual y pastoral.

La reunión de decanos se realizó en la parroquia de Santiago Apóstol y estuvo encabezada por el Arzobispo de Yucatán, monseñor Emilio Carlos Berlie Belaunzarán.

Se informó que se solicitó a los representantes de los 14 decanatos, conformados por las 109 parroquias de la Arquidiócesis recopilar toda la información de las actividades que se realizaron durante el Año de la Fe y los resultados alcanzados en sus respectivas comunidades.

Esa documentación será concentrada y a través de ésta se hará una encuesta para saber cómo se vivió el “Año de la Fe” y cuyos resultados se darán a conocer el 17, 18 y 19 de diciembre en la reunión de la  Provincia de Yucatán, que comprende las diócesis de los estados de Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán.

“Estamos a tres meses de distancia de ese evento y en ese periodo se puede elaborar un buen reporte por parte de todas las parroquias, que sería es lo más indicativo de esta reunión de trabajo”, manifestó monseñor Berlie Belaunzarán.

La reunión fue a puerta cerrada y estuvieron presentes el vicario General de la Arquidiócesis, monseñor Joaquín Vázquez Ávila; los padres, Gilberto Pérez, Raúl Moguel, Gaspar Arceo, Jorge Beltrán, Rafael May, Rafael Collí, entre otros.

Esa junta ordinaria se lleva al cabo una vez al mes en cada una de las parroquias de los decanos con el Arzobispo para informar sobre los asuntos relacionados de sus parroquias y proyectos.

El 11 de octubre de 2012, el entonces Papa Benedicto XVI inauguró el ‘Año de la Fe’, un especial período para la revitalización del catolicismo en el mundo para responder al “desierto espiritual” que padece la sociedad contemporánea.

El Año de la Fe recuerda el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, que fue inaugurado por Juan XXIII y que introdujo la más grande reforma interna de la Iglesia católica en los tiempos modernos.

“En estos decenios ha aumentado la desertificación espiritual. Si ya en tiempos del Concilio se podía saber, por algunas trágicas páginas de la historia, lo que significa una vida sin Dios, ahora lo vemos cada día a nuestro alrededor”, dijo Benedicto XVI en su momento.