Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Con el regreso del calor, mejoran las posibilidades de venta de productos esenciales o importantes para mitigar los efectos del clima, declaró Ricardo Esparza Leyva, quien desde hace varios años se dedica a la venta de marquetas de hielo.

Aseguró que en promedio a la semana vende tres o cuatro bloques de 180 a 200 kilos, pero durante la semana de temperaturas récord que vivió Mérida, las ventas se incrementaron más del 100 por ciento, pues comercializó de ocho a 10 marquetas por día.

En entrevista con Milenio Novedades comentó que son distribuidores de una conocida planta de hielo de la ciudad, cuyo nombre es también un apellido, la cual desde temprana hora le surte las marquetas que conserva en sendas neveras en su local de trabajo, en las cuales están apilados los bloques de hielo.

Con los precios a la vista según el tamaño del producto: una marqueta: 180 pesos, media 90 pesos, un cuarto 45 pesos, y así hasta llegar a un 16 avo, sus clientes van desde los vendedores de granizados, de helados, vecinos del rumbo y los fines de semana las personas que tiene alguna fiesta, porque es mejor helar los productos con marquetas que con bolsas de hielo, “tarda más”.

Comentó que un día antes de que cayeran las primeras lluvias en la entidad, cuando los termómetros aún estaban a arriba de los 42 grados, la venta de su producto terminó a las 15:00 horas, no había más.

Por lo general la venta del producto se realiza de 07:30 a 18:00 horas, pero en días de calor extremo a las 15:00 horas ya se le había agotado el producto, considerando la demanda pedía más. 

Como hemos informado en los más de 10 días que Mérida registró temperaturas de 40 grados o más también se dispararon las solicitudes de agua, hielo, refrescos, y otros productos para refrescar, tanto en los comercios formales, como informales.

“Rich” como también le dicen algunos de sus asiduos clientes, señaló que el hace entrega a domicilio en las colonias cercanas, el lugar desde el cual distribuye se ubica en la colonia Mayapán, en los “límites” con la Avila Camacho.