Patricia Itzá/ Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Este año la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Yucatán recuperó 417 piezas arqueológicas mediante decomisos y la reintegración voluntaria de algunas personas que las poseían. Ese número triplica lo que se obtuvo en 2016, con 150 vestigios.

Entre lo recuperado destaca el “Panel de Ichmul”, indicó el jefe de Trámites y Servicios Legales del INAH, José Arturo Chab Cárdenas.

Son 287 las piezas recuperadas en el predio de una familia de canadienses en Izamal y las restantes en diversas casas particulares de Mérida. “Todas son exclusivas, son indescriptibles, no tiene una valoración como tal, se calcula como valor cultural, eso es diferente. La más importante de todas es el Panel de Ichmul, de Morley, que se exhibe actualmente en el Museo Palacio Cantón, pero fue descubierto en el hotel Mérida Missión y estuvo fuera de la potestad del Estado más de 50 años”.

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Otra figura importante es la de “El enano de Tabi”, se recuperó en una casa particular que proviene de la hacienda con el mismo nombre, lugar perteneciente al municipio de Oxkutzcab. La pieza fue entregada tras la muerte del dueño del lugar, mismo que contaba con una concesión para poseerla, sin embargo sus familiares la entregaron al INAH de manera voluntaria.

“Antes existía el procedimiento de donación, pero eso no puede efectuarse porque todas las piezas son de la nación, hay colecciones como tal, hay muchas que vienen desde principios del siglo XX, cuando era otra normatividad que incluye bienes arqueológicos e históricos y antropológicos, cuando esto aún no se establecía por ley”.

Por su parte, el delegado del INAH en el Estado, Eduardo López Calzada, explicó que el trabajo de los especialistas “es complicado” porque tienen que encontrarles un contexto, lo que es más importante para las piezas arqueológicas, saber de dónde provienen, a qué está asociado ese bien, cómo llegó a mano de los particulares y en qué condiciones fue recuperado.

Desde su recuperación todas las piezas se concentran en la ceramoteca del Centro INAH Yucatán, donde se han estudiado y catalogado para su conservación.