'Se orillan' a la muerte, hasta 3 pescadores de pepino de mar

A diario, se presentan entre dos y tres casos de descompresión.

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El curso busca que los pescadores sepan qué hacer ante una descompresión. (Manuel Pool/SIPSE)
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Manuel Pool/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- A dos días de finalizar la temporada de captura de pepino de mar, en las costas yucatecas, principalmente en la zona de Dzilam de Bravo, se reporta de manera extraoficial entre dos a tres buzos a diario resultan con problemas de descompresión.

De acuerdo a especialistas en la materia, esta situación deriva de que muchos hombres de mar que se dedican a esta actividad, lo hacen con la preparación para bucear en cenotes y no en aguas abiertas que tienen una densidad y corrientes diferentes.

Además, los equipos que utilizan son improvisados y en muchos de los casos se encuentran en mal estado, lo que trae consecuencias terribles para su integridad física.

Ante la necesidad económica, muchos de ellos pasan más tiempo del debido para recolectar la mayor cantidad posible de la especie, lo que claramente se refleja en las cantidades con las que arriban a tierra, hasta 500 kilos, el doble de lo permitido, lo que les trae como consecuencia problemas de descompresión y no lo saben o no lo quieren aceptar.

 Toda esta problemática dio pie para que, hace tres años, un grupo de buzos profesionales del Centro Cultural Pesquero de Progreso, se dieran a la tarea de crear un curso adaptado a la necesidad de pepineros y langosteros, que son muy diferentes al buceo de recreación.

Al respecto el instructor Bernardo Alférez Kantún, comenta que  la intención no es enseñar a bucear a una persona que lo hace desde hace muchos años, sino que conozcan los síntomas que se presentan con una descompresión, que puede tener variantes, como la hiperventilación o el barotrauma, además de que sepan cómo brindar los primeros auxilios al afectado, de la manera correcta para evitar que las burbujas de aire que se crean en la sangre lleguen al cerebro, además de la manera correcta de canalizarlo y trasladarlo.  

El curso, que cuenta con el aval de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, es de ocho horas de duración, dividido en dos días incluye una práctica en mar abierto en la que se enseñan 'tips' para sobrellevar la situación en casos de emergencia como los que se presentan cuando se 'encorcha' la manguera o les falla el compresor.

“Fue hasta el año pasado que se impartió un primer curso en el puerto de Chuburná, y ahora pretendemos que, mediante la coordinación con autoridades relacionadas con el ámbito pesquero en los tres órdenes de gobierno, se pueda llevar a más hombres de mar”, dijo el director jurídico de la Unión de Pescadores y Trabajadores del Mar, Héctor Pech Caamal.

El abogado señaló que los pescadores pagan una cuota de recuperación simbólica, pues el curso les será de mucha utilidad para evitar que más familias se queden sin su principal sostén económico ya sea por muerte o por alguna parálisis derivada de este tipo de problemas”, apuntó el entrevistado, quien recalcó que su función en los cursos es indicarles los riesgos legales que implica realizar la actividad fuera de los tiempos establecidos.

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