Yucatán, tierra de zonas arqueológicas ocultas

La zona del municipio de Tizimín y la franja costera del oriente son áreas con gran potencial de exploración.

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El arqueólogo Alfredo Barrera Rubio indicó que al oriente de Yucatán hay presencia de una arquitectura denominada Puuc tardía, diferente a la existente en dicha región donde se ubica Uxmal. (Notimex)
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Agencias
MÉRIDA, Yuc.- El arqueólogo yucateco Alfredo Barrera Rubio consideró que todavía hay muchos sitios prehispánicos y zonas arqueológicas por descubrir, tanto en Yucatán como en otros puntos de lo que se conoce como la región del Mundo Maya.

Entrevistado por Notimex en el marco de la primera mesa redonda del mayab “Arquitectura y Sociedad entre los Mayas”, expuso que en el caso de Yucatán una de las zonas que mayor potencial de exploración es el nororiente, en áreas colindantes con el municipio de Tizimín y la franja costera de esa región.

Explicó que él ha encabezado en los últimos 10 años un proyecto de exploración en esa zona que es poco conocida, en un área donde incluso no tiene presencia el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). “No son zonas arqueológicas abiertas al público”, aseguró.

“Nosotros estamos a cargo de esa región y a los largo de más de 10 años de estudio hemos encontrado evidencia de arquitectura muy temprana desde el preclásico medio hasta el periodo postclásico”, precisó, abundó.

Entre sus hallazgos están vestigios desde del preclásico medio y en preclásico tardío en sitios como la carretera entre Sucilá y Tizimín, y también en un sitio denominado Dzonotaké y en puntos de la carretera Tizimín-Chenkekén, señaló.

Arquitectura diferente

Asimismo, han ubicado arquitectura muy temprana, la cual refleja cómo eran las unidades habitacionales de esa época, a{adió.

Uno de los sitios más representativos es “Kulubá que está a unos 32 kilómetros al oriente de Tizimín.

“Allí existen ejemplos de arquitectura del clásico tardío y del clásico terminal, así como arquitectura con influencia de Chichén Itzá; también presencia de una arquitectura Puuc tardía, que técnicamente es diferente a la arquitectura clásica de la región del Puuc que es la que más se conoce”, comentó.

De igual modo, señaló que gracias a esos estudios ahora se sabe como las “rejoyadas”, que servían para almacenar agua, eran un factor vital en la construcción de asentamientos en ese lugar.

Cultivo de cacao

Asimismo, continuó, ahora se sabe que la poca decoración que se conserva Kulubá era del tipo “Chenes” o “teratomorfas” que indican la entrada al “monstruo de la tierra” que eran precisamente las entradas a las cavernas y sitios subterráneos.

“Esto indica que el asentamiento estaba muy orientado a las rejoyadas que además de fuentes de agua, eran lugares en donde se podía cultivar el cacao que fue una actividad muy importante en esa zona, esas rejoyadas sustentaban la vida en esos antiguos asentamientos”, detalló.

Pero la realidad, comentó, es que hay grandes sitios de esa región nororiente que no han sido explorados como el de San Fernando que se encuentra muy cerca del sitio conocido como “Dzonot-Carretero” y hay otros sitios como San Juan de los Cerros y San Francisco que están cerca de la zona de franja litoral costera.

Para el arqueólogo del INAH aún hay muchos sitios que esperan ser descubiertas no solo en Yucatán, sino en los otros estados y países en donde hubo asentamientos prehispánicos.

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