Enamorada del arte en movimiento y de Yucatán

La bailarina Tatiana Zugazagoitia, hija de la actriz Susana Alexander, inspira a sus alumnos a comunicar 'discursos escritos con el cuerpo'.

|
Tatiana Zugazagoitia, directora y maestra de danza en el Centro Cultural “Fuera de Centro” . (José Acosta/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Tatiana Zugazagoitia es una intérprete, directora y maestra que vive y respira la danza diariamente. 

Es una mujer enamorada de su arte en movimiento y de Yucatán, desde donde explora las posibilidades creativas e inspira a sus alumnos y colegas a hacer lo mismo para comunicar discursos escritos con sus cuerpos y gozar al mismo tiempo de hecho poético en el espacio donde danzan. 

Con 30 años de carrera artística, tiene en su lista de satisfacciones una formación en Inglaterra, Rusia, una especialización en técnica Limón en Hawai, un desarrollo artístico en México y diferentes escenarios del mundo, una entrañable familia que aprecia su pasión, el compromiso con nuevas generaciones de artistas y la aportación de espacios para propuestas artísticas para todas las edades en su centro cultural “Fuera de Centro”. 

En su biografía destaca su trabajo a partir de dos corrientes: la danza y el teatro. Al alejarse de las formas en boga, centra su trabajo en una búsqueda rigurosa, personal y honesta, donde el lenguaje de movimiento está en función de lo que se quiere decir para plasmar en escena sus inquietudes y cuestionamientos.

La limpieza técnica y una fuerte interpretación actoral son elementos que la caracterizan en escena. Todos estos aspectos unidos generan espectáculos de danza de gran teatralidad, abriéndole al espectador el mundo interno de la artista.

'La danza me encontró a mí'

“La danza es una vocación, porque desde niña la danza me encuentra a mí, me recuerdo a los cuatro años jugaba con mis vecinas y yo les montaba coreografías, pero no tomaba clases, y comencé porque una vecina con la que siempre jugué entró a danza y me dejaba 'colgada' en las tardes. Entonces para estar con ella la acompañé a su clase y la que se enamoró del ballet fui yo. La danza te encuentra. Desde niña tuve muy claro que ésto es mi vida”, recordó sonriendo.

Inició sus estudios en Inglaterra, en la Royal Academy of Dancing. En México estudió bajo la tutela de Farahilda Sevilla, maestra postgraduada en la ex URSS, y a los 16 años recibe una beca para estudiar en la Escuela Vaganova, en 1990 se gradúa como bailarina clásica concluyendo el programa de estudios de la metodología rusa.

Su formación incluye danza contemporánea, teatro con Abraham Oceransky y trabajo de voz para actores. Una instrucción integral que la llevó a formar parte del grupo “Teatro del cuerpo”, que le enseñó a lograr “una técnica sólida, limpia, para bailar como uno quiere, no como uno puede”.

También se capacitó en “Creative Movement” (movimiento creativo) para impartir clases de movimiento en primarias públicas, y creó su propio método a partir de sus experiencias en escuelas públicas y privadas.

Ahora promueve esta práctica e imparte cursos a maestros de todas las disciplinas y bailarines en México y el extranjero.

Además vivió y se formó en Hawai, bailó en el Ballet Hawaii y Dances We Dance al lado de Miss Betty Jones, quien fue miembro del primer elenco de José Limón y su mentora en la técnica Limón.

Aprender y compartir

“En México con la maestra Farahilda Sevilla enseñó en cuanto al ballet clásico que el rigor es importantísimo, pero también el goce, el placer de estar en clase, ensayar, aprender a enseñar sin lastimar al alumno emocionalmente. Es un reto por romper con un patrón, pero finalmente se puede exigir al máximo, pero sin hacerlos menos sino más”, abundó.

Hace 18 años fue mamá y con el reto de compartir sus tiempos entre su pasión y su nueva etapa, sentió la necesidad de expresar un discurso propio y ya no lo que otros querían decir. En ese camino comenzó su travesía como directora.

“Vengo de una familia teatral, para mí el mundo artístico es natural. Acompañar a mi madre (Susana Alexander) al teatro desde niña era algo común y mi padre matemático fue bailarín de danza vasca, así que el gen ya lo traigo.

"Además tengo todo el apoyo de mis hijos, mi marido se enamoró de una bailarina y con una congruencia siguió enamorado de una bailarina, me apoya mucho, el propició que fundara Fuera de Centro. Los hijos nacen con una madre bailarina, si bien ninguno quiere bailar, ellos conocen la danza desde otra perspectiva, desde la gente que la ejerce, lucha para que se valore”, reflexionó.

Yucatán en el camino

Yucatán apareció en su camino sin que lo planeara, ya que por el trabajo de su esposo, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, cambiaron su residencia a Mérida.

A su llegada ya contaba con su primera labor y aporte al quehacer dancístico en Yucatán, al integrarse como entrenadora de la Compañía Estatal de Danza, posteriormente decidió construir un camino independiente con proyectos propios.

“No es lo mismo crear cuando ves los cielos grises todo el día, que cuando tienes las luces, estos verdes, el ritmo de vida es más tranquilo; tener espacios con vistas y luminosidades hermosas generan una paz interna, no es gratuito que las últimas obras tengan que ver con el tema de los árboles, como Arbolada, que habla de la serenidad y la contemplación.

"Es una dicha vivir aquí, soy de las que me paro a tomar fotos que están floreando, al atardecer, o a veces sólo contemplarlo y eso me nutre para crear”, agregó.

Tres décadas y contando

“Me gusta nutrirme de otras disciplinas, la literatura la tengo desde niña, mi padre nos inculcó ese amor, es increíble lo que se puede generar en imágenes,  hay mucho material, todas mis obras tienen que ver de alguna manera con este arte y como formadora de nuevas generaciones trabajo con exalumnos y ahora colegas, les aconsejo trabajar la mente, nutrirla, incluso cuando monto una obra y ensayamos hago referencias literarias. La técnica es una herramienta, el técnico es el atleta y el intérprete es el artista”, apuntó.

Con 10 obras en trayectoria como directora, actualmente remonta la obra “Breves episodios del cotidiano”, una propuesta accesible para todos los públicos y que se presentará en el marco del Festival de Danza Contemporánea Oc’-Ohtic 2014.

En tanto en su centro cultural “Fuera de Centro”, ubicado en la colonia Itzimná frente a la Secundaria Federal No. 1, continúa sus clases, ensayos y coordina las presentaciones de compañías invitadas que tienen cabida en sus escenarios. Para consultar los horarios de eventos su cartelera está disponible en su página de Facebook.

“Mi cuerpo es diferente, se mueve distinto, cuando quiero decir algo con un cuerpo muy activo tomo algún bailarín joven y cuando quiero decir algo con un cuerpo maduro ahí está el mío. Ha sido muy rico, gozo lo que hago, venir a Fuera de Centro es como venir a un santuario, soy muy feliz”, concluyó. 

Perfil
  • Nació un 24 de julio
  • Fue miembro del Sistema Nacional de Creadores.
  • Creó y dirigió diez obras de gran formato.
  • Destaca en su carrera el reestreno de “Tarde en Mogador”, su primera obra, para presentarla en el encuentro de escritores en Tokio, Japón. 
  • Participó en Festivales locales, nacionales e internacionales, tanto como intérprete como directora. 

Lo más leído

skeleton





skeleton