Identifican técnica de coloración en esculturas de Chichén Itzá

Piezas del Castillo fueron pigmentadas con cinabrio al momento de la clausura.

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En el Trono-Jaguar se preserva mejor el color, seguramente porque fue concebido como una ofrenda o reliquia al momento del cierre del templo. (Denisse Argote/ INAH)
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Agencias
MÉRIDA, Yuc.- Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia descubrieron que El Chac Mool y el Trono-Jaguar, localizados en la subestructura de El Castillo, en Chichén Itzá podrían haber sido pigmentados con cinabrio al momento de la clausura del templo, en una especie de ritual de cierre de la edificación.

A través de la técnica de fluorescencia de RX, la arqueóloga Denisse Argote Espino, realizó un análisis de la paleta cromática de las dos esculturas y destacó la existencia de cinabrio (sulfato de mercurio), mineral que tuvo gran simbolismo entre los antiguos mayas por su tonalidad bermellón, vinculada con la sangre y con los rituales de vida y muerte, remarca Notimex.

De acuerdo con los análisis, las piezas tienen un buen estado de conservación, aunque el pigmento del Chac Mool estaba muy degradado, posiblemente porque en la época prehispánica estuvo expuesto a la intemperie.

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En el Trono-Jaguar se preserva mejor el color, seguramente porque fue concebido como una ofrenda o reliquia al momento del cierre del templo y permaneció al interior de la cámara principal.

Argote Espino sostuvo que la paleta cromática maya incluía: amarillo (óxidos de hierro hidratados y mezclados con arcillas de la región), negro (carbón orgánico, manganeso y magnesita), blanco (cal), verde y azul (añil más arcilla atapulgita), entre otros colores.

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