Catedral de Yucatán recibirá su 'manita de gato'

Anuncian reparación del órgano tubular y la impermeabilización de techos y cúpula de la Catedral de Mérida.

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La Catedral de Yucatán enfrenta el asedio de quienes desconocen el valor histórico, cultural y religioso del imponente inmueble. (SIPSE)
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Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- La Catedral de Mérida será intervenida para su mantenimiento y atención con  trabajos de impermeabilización en sus techos, sobre todo en la cúpula principal; también será reparado su órgano musical y se acondicionará un amplio sistema de sonido para mejorar los servicios religiosos.

El rector de la Catedral, Pbro. Gaspar Arceo Castillo, informó lo anterior como parte de las tareas de atención al inmueble edificado hace más de cuatro siglos con la guía y colaboración del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Gobierno del Estado y patronatos de conservación del patrimonio.

Asimismo, denunció que este edificio, de los más importantes del patrimonio histórico y cultural del país por ser el más antiguo en su tipo en el continente, presenta daños en su arquitectura, entorno y fachada, por actos de vandalismo, de lo cual informamos en nota aparte.

Asimismo, el religioso descartó problemas estructurales en algunas de las 12 columnas que soportan el templo de 42 metros de altura, pero reconoció que persisten problemas de humedad y filtraciones de agua en diversas partes altas del edificio, por lo que es necesario subsanar mediante trabajos de impermeabilización.

Para ello, dijo, se realizará un estudio con expertos del INAH para determinar el tipo de trabajo y atención que recibirán los techos que resguardan la estructura monumental de 64.21 metros de largo por 40 metros de ancho, una vez que pase la temporada de lluvias. 

Asimismo, mencionó que la cúpula principal presenta fisuras que requieren atención.

Para los materiales y la mano de obra, el rector de la Catedral precisó que se buscará el apoyo de asociaciones y patronatos creados para la conservación del patrimonio.

En cuanto al órgano con que cuenta la Catedral en la sección del Coro, mismo que sustituyó al saqueado y destruido en 1915 por órdenes del general Salvador Alvarado, un Walcker de fabricación alemana que había sido construido en 1902, el rector informó que será también intervenido.

Adelantó que la reparación de algunas de las flautas o tubos del órgano, así como la labor de mantenimiento en su sistema de cableados y sistema de bombeo de aire, permitirá al instrumento adquirir un sonido monumental acorde a la dimensión del máximo templo de la Arquidiócesis.

Tesoros invaluables

  • Durante el siglo XIX algunos de los tesoros y obras de arte de la Catedral fueron robados debido a los saqueos e inestabilidad política que padeció el Estado en este periodo. 
  • En 1915, por órdenes del general Salvador Alvarado, la Catedral fue saqueada y perdió parte de su invaluable acervo de arte sacro, incluyendo retablos barrocos y churriguerescos de los siglos XVII y XVIII, y el órgano Walcker, de fabricación alemana construido en 1902. 
  • En 1916 fueron demolidas las capillas de San José y del Rosario a fin de separar la catedral de la sede del Palacio Episcopal (actual Museo de Arte Contemporáneo) quedando lo que actualmente el Pasaje de la Revolución.

Los pasillos de la Catedral

La intrincada red de túneles de la Catedral con otras iglesias de Mérida es parte de las leyendas urbanas, ya que, pese a ser negadas y desmentidas por especialistas y representantes del clero, la gente sostiene y reitera como parte de la tradición oral.

También el mito popular mantiene la idea de que los planos de construcción del inmueble fueron cambiados por el que se construyó en Lima, Perú, o en Santo Domingo, República Dominicana, esta última la más antigua del continente americano.

El historiador y antropólogo, Faulo Sánchez Novelo, aseveró que carece de fundamento histórico el señalar que los planos de construcción se confundieron, al igual que los túneles, ya que había casas donde fueron construidas fosas o cuevas para almacenar víveres o esconderse de posibles ataques de piratas.

Destacó la importancia arquitectónica y la sobriedad de la Catedral que refleja la austeridad de sus constructores, los franciscanos, una orden mendicante en una tierra en la que no había oro, plata, es decir, metales preciosos, ni mármol para darle al templo elementos ornamentales.

Sin pruebas de los túneles

El desaparecido cronista de Mérida, monseñor José Camargo Sosa, dijo a SIPSE en el 2006,  que no hay pruebas fehacientes que confirmen la existencia de esos pasillos ni las famosas “catacumbas” de la Catedral.

Dijo que las viviendas tuvieron sus “subterráneos” y eran para el resguardo de algunos artículos que requerían cierta temperatura para su preservación. Como no existía la refrigeración artificial se construían esos lugares, donde se guardaba el vino y el aceite de oliva que se traía de España, explicó en en ese entonces.

"También que la Catedral que tenemos debía ser la que se edificaría en Lima y viceversa, por sus dimensiones, pero que se confundieron los planos, pero no es así, cada una tiene los estilos que predominaban en la región en la época que se construyeron”, recordó el especialista.

 

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