José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Las nuevas generaciones vienen con un ‘chip’ electrónico perfectamente instalado y eso hace que los niños tengan mayor capacidad que los adultos para manejar las nuevas tecnologías.

La televisión, Internet y, sobre todo, los videojuegos son los culpables de que, cada vez más, haya una enorme pasión por las pequeñas pantallas y de que esto le pase factura a los más pequeños.

“La adicción a los videojuegos puede llegar a ocasionar consecuencias muy graves. El niño o adolescente deja de estudiar y de realizar actividades habituales de su edad por pasar entre diez y doce diarias jugando frente a una pantalla de televisión, tableta o teléfono celular; esto les causa ansiedad, ira, depresión, irritabilidad e incluso puede ser causa de muerte”, advirtió Miguel Ángel Viveros Erosa, responsable de Programas Especiales de la Subdirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Yucatán.

El investigador especialista en adicción a las nuevas tecnologías dijo que en México se está a tiempo para prevenir este problema para no llegar a los niveles de países como Corea, China y Japón, donde en los últimos años fue necesario que se abrieran más de 500 centros para atender a los niños y jóvenes adictos a los videojuegos.

“En esos países ya se implementan políticas públicas en salud mental para intervenir en todos los niveles educativos para prevenir la adicción a los videojuegos y para exigir ciertos lineamientos a los fabricantes de este tipo de entretenimiento”, comentó Viveros Erosa.

El psiquiatra dijo que se han analizado tomografías de las personas que son adictas a los videojuegos y resultó que las lesiones cerebrales que presentan son similares a las personas que son adictas a la heroína.

Estudio

La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que los niños menores de dos años no estén frente una pantalla y que los niños mayores a esta edad no pasen más de una o máximo dos horas al día frente los televisores; siempre que fomente su aprendizaje y desarrollo.

Un estudio realizado en 2015 por un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge alerta sobre las consecuencias negativas que el consumo excesivo de televisión, internet y videojuegos tiene sobre los resultados académicos de los niños y adolescentes.

Las conclusiones del estudio, determinaron que la excesiva exposición a una pantalla generaría un rendimiento académico más bajo, mientras que las horas dedicadas a la lectura o los deberes se relacionan con mejores resultados escolares.

“Todo juego, sea manual o de video, da destrezas y crea habilidades de independencia. No obstante, es necesario regular con horarios el tiempo para los videojuegos”, señalan.