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MÉRIDA, Yuc.- José C. D. Se debate entre la vida y la muerte debido a las lesiones que sufrió por un disparo accidental de su propia escopeta.

El accidente ocurrió el sábado 6 de agosto, en su milpa, ubicada a ocho kilómetros de la comisaría vallisoletana de Xocén, donde cuidaba que los animales no se acercaran a comer sus sembrados, 'ayudado' de una escopeta calibre 16.

El arma se le resbaló y, al caer, se disparó. La bala -cuyo calibre se desconoce- le entró por el abdomen y, según los primeros infromes médicos, le perforó varios órganos.

Al escuchar la detonación, el suegro de José lo auxilió y lo trasladó en triciclo en un camino de terracería, pedaleando, y tardó más de una hora en llegar a Xocén, donde no había ningún medio de trasporte disponible. La larga espera propició que el herido perdiera mucha sangre.

Los familiares consiguieron un vehículo particular y lo trasladaron al Hospital General de Valladolid, donde recibió atención médica, ya pasadas las 19:00 horas (7 de la noche).

Según se informó, fue intervenido quirúrgicamente y le cortaron dos pedazos de intestino y le suturaron las heridas diversas que tenía por los perdigones que se alojaron en su cuerpo.

Alrededor de las 5 de la mañana de ayer, una ambulancia lo trasladó al Hospital O´Horán de la ciudad de Mérida, donde fue hospitalizado y permanece en terapia intensiva, ya que su estado de salud fue reportado como muy grave.