A veces, no puedo más y me encierro a llorar: directora del CRIT

Dolores Sánchez de Rojas vino a Yucatán a sanar, y ha dedicado su vida a ayudar a otros.

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Dolores Sánchez Rojas, director del CRIT Yucatán. (Amílcar Rodríguez/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- “Cuando trabajas por algo que va más allá del aquí y el ahora, de los títulos, medallas, de lo material y de ti mismo, se trasciende, se nutre el espíritu”, afirma Dolores Sánchez de Rojas, directora del Centro de Rehabilitación Teletón (CRIT) y psicóloga de carrera con diferentes especialidades en alta dirección y administración, orientación familiar y en disciplinas sobre el estudio de los valores humanos.

Su proyecto de vida gira alrededor del servicio, desde que eligió la psicología y fue alimentando la vocación con estudios y colaboración con organizaciones como la Fundación México Unido con sus Valores Culturales y Fundación Teletón, bases que le dieron la ruta para que años más tarde fuera invitada para ser la directora fundadora del CRIT Yucatán.

Desde entonces el centro ha atendido más de siete mil 500 personas a quienes ha impactado positivamente junto con el equipo de expertos comprometidos con el servicio humano y de calidad.

Yucatán apareció en el mapa de su vida por la necesidad de salud en una altura favorable para su sistema respiratorio y cardiaco, y fue también en tierra maya donde la causa que inició en la Ciudad de México le dio de nuevo una oportunidad para aportar.

Servicio auténtico 

“Saber que tu acción puede traerle beneficio al otro, para mí ha sido como una gran recompensa, esto no es por ser bueno, sino porque es auténtico el beneficio que uno obtiene cuando ayuda”, dijo al recordar el origen de la elección de su carrera en psicología, la cual fue enriqueciendo con un diplomado en ciencias de la familia, una maestría en orientación familiar y un diplomado de axiología (disciplina filosófica que estudia los valores humanos) que prepararon el terreno para darle voz a sus deseos de ayudar, primero escribiendo artículos, dictando conferencias y posteriormente participando en campañas nacionales  promoción de valores.

Para este fin, colaboró con la  Fundación México Unido con sus Valores Culturales con proyectos que marcaron un discurso que hasta ahora permea en la sociedad con mensajes como “Tienes el valor o te vale”, y de manera paralela ayudaba a Fundación Teletón, por vía de Fernando Landeros, presidente de dicha organización, para desarrollar el servicio psicológico para los padres de familia. 

“Estoy convencida (de) que nuestras grandes motivaciones no pueden ir por el tema del tener cosas, creo que hay que transformar la conciencia nacional... otro de mis motores son los padres de familia, son unos verdaderos héroes, porque tienen que sacar adelante a sus hijos, a sí mismos, a toda su familia a partir de ellos comencé a apoyar al CRIT”, abundó.

Con esta conciencia impulsó un programa de escritores para publicar en las diferentes secciones y tipos de medios de comunicación.

Yucatán, la cura para Dolores

Debido a un tema de salud, se retiró de las actividades de las fundaciones por unos años y los especialistas le recomendaron vivir en Yucatán. Esta medida significó un golpe de timón para  toda la familia. Dolores, su esposo y sus cuatro hijos tenían el reto de desarrollarse en una nueva tierra. 

“Fue un milagro, aquí encontré la salud, sin más que vivir aquí, la altura fue benéfica de inmediato”, agregó.

Tras haber cambiado de residencia, con un estado físico más restablecidoestuvo colaborando con Grupo Integer para fomentar la inclusión educativa en la educación regular como parte de esta nueva etapa, se preparó con un diplomado en alta dirección y administración educativa, posteriormente la propusieron como directora fundadora del CRIT Yucatán, aceptó el reto y de nuevo se actualizó en la formación con un diplomado en dirección y administración hospitalaria. 

“Con esos conocimientos y formando el equipo, aprovechando las fortalezas de los expertos, ser directora ha sido un camino de dejarme acompañar por expertos en todos los temas médicos, administrativos, mercadólogos  y dirigir con esa pasión por hacer más y poder incidir para bien.

"Lo que busco es a quienes quieren crecer en su servicio profesional, brillar, pero no quedarse ahí, que puedan trascender, poder aportarle a la gente que pasa por el CRIT, un cambio en sus vidas, con un trato profesional y humano”, reflexionó.
Historias del CRIT

“Es de los temas que nunca pasas. Tengo una teoría de que cuando más pecas de vanidad más fuerte caes, porque cuando crees que ya dominas todo, llega una familia con una historia ejemplar y te vas al baño a llorar, porque es la única respuesta que tienes, porque a veces la vida es dura, y es injusta para algunas personas; me sigue doliendo, es algo a lo que no te puedes acostumbrar, lo único que me queda por hacer es aprender”, abundó.

Dolores considera su labor en el CRIT como un regalo, desde la gente que confía al aportar su donativo, como aquellos que llevan a sus hijos seguros que podrán obtener avances y especialistas que ponen al servicio de la gente su conocimiento para lograr juntos resultados, que demuestran cómo se puede sumar desde cualquier trinchera al tejido social del país.

“En mi caso como mamá y directora  lograr que entendamos que estamos en esta vida para trascender significa una obligación personal, nutrir el espíritu, alimentar tu fe, llenarte de pensamientos profundos, lecturas trascendentes, todo aquello que sume, esa es la mejor inversión que puedes hacer. Uno vive consigo mismo los demás son parte del  paisaje, cuando uno tiene suficientes recursos para salir adelante, se puede, pero cuando vives de exterioridad se acaba, me gusta pensar que apuesto a lo que trasciende”, concluyó.

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