Milenio Novedades
ABALÁ, Yucatán.- "¡Despierta, Iván, despierta; tú eres un hombre bueno", gritaba una madre incrédula con el cuerpo de su hijo entre brazos. El era un joven cuya ilusión era formar parte de un grupo de ayuda para personas de escasos recursos. Su motivación para socorrer y apoyar a la gente, lo llevó a la muerte.

El joven, quien se graduó hace poco como licenciado, salió la mañana de ayer domingo de su casa para pasar un rato de aventura con sus amigos y se despidió contento de su familia, sin pensar que sería la última vez.

Iván era parte de un grupo de amigos que acudieron en varias motocicletas al cenote 'Yalutzil', en la comisaría de Mukuyché del municipio de Abalá, para divertirse y pasar un rato agradable, pero uno de ellos se metió a bucear y no salió a flote.

Al ver que su amigo no salía de agua, Iván se sumergió al cenote con la intención de rescatarlo, pero también fue jalado por la corriente y ninguno de los dos jóvenes volvieron a la superficie. 

El cuerpo de rescate de la Secretaría de Seguridad Pública y expertos en buceo rescataron a los dos cadáveres alrededor de las 18:30 horas. El cuerpo de Iván lo encontraron a más de 85 metros de profundidad.

Al sacar el cadaver de Iván a tierra firme, un niña se acercó y le dijo "¡Tío, tío, despierta!", cuando lamentablemente ya nada se podía hacer.

La vida de un joven de tan solo 22 años, con una vida por delante, se terminó al intentar rescatar a su amigo. La nobleza de su corazón lo llevó a la muerte.