Carlos Navarrete/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Juan E. C. P., de 45 años, falleció de un fulminante ataque al corazón al entrar a la casa equivocada y ver que otro hombre (su vecino) estaba en ella, pensando que era un ladrón. Lo anterior ocurrió en el fraccionamiento Villa Bonita.

Se pudo averiguar que Juan estaba ingiriendo alcohol con unos amigos en la 42 Sur y decidió ir a su casa ubicada en el fraccionamiento antes mencionado.

Como Juan estaba bajo los influjos del alcohol, se confundió de predio e intentó entrar en la casa del vecino, al darse cuenta que no funcionó la llave de la puerta, rompió la ventana y se cortó el brazo con los vidrios.

Mientras tanto, en el interior de la casa el dueño escuchó los ruidos de cristales rotos, por lo que salió a ver qué sucedía y se percató que era un hombre tratando de abrir la puerta, por lo que llamó a la Policía.

En un mar de confusiones, el “supuesto ladrón” (Juan) agarró del brazo al propietario de la casa y lo jaló mientras gritaba pidiendo ayuda, pensando que era un intruso.

Juan gravemente herido en el brazo, causado por los cortes de cristal, soltó al vecino y caminó hacia la banqueta de enfrente, en donde se sentó y pidió ayuda.

Minutos más tarde perdió el conocimiento y falleció de un infarto fulminante.

Su pareja sentimental, al escuchar el ruido de las patrullas, salió de su casa para llegar al lugar y darse cuenta que era su pareja la persona fallecida.

Lo identificó como Juan E. C. P., de 45 años, y señaló que vivía en unión libre con él desde hace año y medio.

Al lugar arribaron elementos de la SSP para tomar nota, así como personal del Semefo para el levantamiento del cadáver y de la Fiscalía para las diligencias de rigor.

El dictamen fue que Juan murió de un infarto fulminante.