Quemó vivo a su novio y se pasea como sin nada en Mérida

La mujer, quien vive aquí desde hace 17 años, nunca fue detenida. Trabaj en dependencia de Gobierno

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Publicación de un periódico de Guanajuato, sobre el crimen de un joven. Según familiares de la víctima, la presunta asesina vive 'tranquilamente' en Mérida, aunque nunca fue detenida y, por lo tanto, tampoco juzgada. (Milenio Novedades)
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Francisco Puerto/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Desde hace 17 años radica en Mérida una mujer de nombre Alicia L., acusada de homicidio en Guanajuato, según denunciaron familiares de la víctima.

Según dijeron, el 4 de febrero de 1999, en la ciudad de Irapuato, Guanajuato, Alicia, con 15 años de edad, asesinó a su novio: lo ató a una cama, lo acuchilló y le prendió fuego.

Según los denunciantes, la mujer se ha aprovechado del clima de paz que se vive en Yucatán e incluso trabaja para una dependencia municipal.

Las autoridades de Guanajuato nunca, sino hasta ahora, dieron con el paradero de la entonces joven, quien presuntamente asesinó a su novio Ezequiel F., cuando ella apenas tenía 15 años.

Versiones periodísticas de la época señalan que en un principio no se logró identificar a la presunta autora del crimen, pero la joven siempre fue sospechosa porque fue vista salir del departamento.

Durante las pesquisas se determinó la presunta responsabilidad de Alicia, entre otras cosas, debido a que en el lugar se halló una prenda íntima y el padre de la muchacha la reconoció como propiedad de su hija.

El expediente fue consignado a la autoridad que juzgaba a menores, debido a que ella estaba a tres meses de cumplir los 16 años, edad legal mínima para ser considerada mayor de edad en esa entidad.

Alicia no pudo ser detenida porque huyó y nunca se le volvió a ver, lo mismo que a su familia.

Ahora, 17 años después, la presunta homicida fue localizada en Mérida, ciudad en la que ha vivido varios años en una casa del fraccionamiento Campestre.

La semana pasada acudió al Juzgado Segundo Civil, donde se ventila un juicio al parecer derivado de la custodia de uno de sus hijos, pues la mujer está casada con un meridano. Fue custodiada por agentes municipales porque, al parecer, trabaja en el Instituto Municipal de la Mujer.

Según periodicos guanajuatenses, la presunta asesina padece de trastornos de personalidad.

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