William Sierra/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Es necesario tener un proyecto de vida exigente, no basado únicamente en el modelo de lo material, sino de buenos valores, de ideales, pues de lo contrario se puede ser una persona exitosa, pero vacía por dentro, expresó Alejandro Landero Gutiérrez, director nacional de la Sección Mexicana del Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios del matrimonio y la familia.

Ante decenas de personas a las que impartió las pláticas “Formación de la Inteligencia, la voluntad y la afectividad”, y “La familia ante el cambio de época”, el conferencista dejó en claro que “el sentido del éxito tiene que estar enlazado en un proyecto de vida y ligado a los buenos valores”.

“Es aceptable luchar y procurar alcanzar una estabilidad económica, conseguir el auto que tanto deseaste, la casa de tus sueños y demás cosas materiales, pero también hay que luchar por que esos triunfos vayan ligados a los buenos valores. Por ejemplo, no es válido conseguir determinadas cosas a costa del sufrimiento de otros, de chantajes, malas acciones trampas, pues de ser así llegará el momento en que vendrá un vacío consigo mismo”, expresó.

También destacó la importancia de dejar un legado teniendo hijos a los que se les inculque tener un buen criterio, fortaleza ante las adversidades y carácter para afrontar las situaciones de la vida.

“Las personas somos arquitectos de nuestras propias vidas. Hay que ser personas generosas, pues de lo que actuamos hacemos hay consecuencias”, dijo.

La libertad, indicó, siempre debe ir de la mano con la responsabilidad, por ello las acciones que hagamos siempre tendrá una repercusión, por ello es importante ser personas con un pensamiento positivo, generosas.

“El que ofrece generosidad recibirá generosidad, lo mismo sucederá con aquel  que da egoísmo, pues eso obtendrá”, dijo.