Yucatán: Preparan rituales para "fin del mundo"

Guerras, tsunamis, incendios y terremotos son eventos que algunas personas relacionan con el fin del mundo, basadas en presuntas interpretaciones de nuestros ancestros.

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Además de expertos matemáticos, los mayas sobresalieron por su conocimiento de los astros. (Christian Ayala/SIPSE)
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Jaime Tetzpa/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.-  Las teorías sobre el fin del mundo han existido desde tiempos remotos: guerras, tsunamis, incendios, terremotos… sucesos que algunos relacionan con un inminente fin del mundo, basadas en presuntas profecías mayas, las cuales han infundido temor en los viejos pobladores de las comunidades rurales perdidas entre la selva baja de Yucatán.

El reloj sigue su marcha y la cuenta regresiva para el 21 de diciembre avanza. Mientras algunas corrientes filosóficas se enfocan en la destrucción, la lluvia cósmica, el cambio de polaridad, una intensa actividad solar que hará que se derritan transformadores nucleares y se interrumpan las comunicaciones, otros hablan sobre una nueva y mejor era, de energía, del inicio del Sexto Sol asociado con el retorno de Kukulcán, el cambio de mentalidad de la gente, de luz positiva y armonía.

Los defensores de la creencia de que el mundo sucumbirá en una catástrofe este viernes 21 se preparan con rituales para afrontar ese momento, mientras otro grupo de estudiosos de la civilización maya asegura que el calendario del 13 baktún no concluye ese día.

¿Dónde surge entonces la creencia de que el fin del mundo se acerca? ¿Acaso de los textos del Chilam Balam de Chumayel?

El arqueólogo e investigador Rafael Cobos Palma, catedrático de la Facultad de Antropología  de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), habla al respecto: “Los libros sagrados del Chilam Balam fueron escritos por los mayas después de la Conquista, por lo que en su redacción se percibe la influencia de la cultura española, sobre todo en materia religiosa”.

“Son resultado de la influencia europea cristiana que formó parte del proceso de evangelización y colonización”, advierte, descartando esta teoría.

“Las predicciones fatalistas se basan en el solsticio de invierno que ocurrirá el 21 de diciembre, pero están lejos de predecir el fin de la civilización”, agrega la antropóloga Lilia Fernández Souza, de la misma universidad.

Así, mientras la polémica sobre el supuesto fin del mundo se utiliza con fines mercantilistas para generar negocios, la comunidad científica intenta comprobar lo contrario con artículos sobre el tema, como el libro “Tortuguero y el año de los mayas”, que se dio a conocer este miércoles en el marco del Festival de la Cultura Maya.

En apoyo a esta corriente, el calendario maya más antiguo conocido hasta ahora, descubierto en  mayo de este año por los arqueólogos William Saturno, de la Universidad de Boston, y David Stuart, de la Universidad de Texas-Austin, se contrapone a las teorías de que esa civilización esperaba el fin del mundo en 2012.

El calendario encontrado en la ciudad de Xultún, Guatemala,  muestra 17 ciclos lunares y planetarios, en lugar de los 13 que se conocen con el nombre de baktún.

Stuart asegura que el concepto fue manipulado, y no será el 21 de diciembre de 2012 cuando termine el 13 baktún, sino el día 23, que es cuando el calendario maya volverá a empezar, y continuará con sus ciclos durante millones de años.

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