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MÉRIDA, Yucatán.- La jirafa llamada “Mamah” (o Mama), que murió hace unos días en el zoológico de Animaya perdió la vida por un infarto originado por dos piedras que le impidieron respirar.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizó una investigación al parte médico, tratamiento y autopsias que los especialistas le practicaron a la jirafa (Giraffa camelopardalis) ocurrido el día 12 de enero, en la UMA del parque zoológico del Bicentenario (Animaya).

Se determinó que la causa de la muerte fue un paro cardiorrespiratorio, originado por un padecimiento digestivo conocido como timpanismo: una alteración digestiva causada por la excesiva retención de gases, producto de la fermentación microbiana; un padecimiento muy común en ejemplares silvestres rumiantes.

La necropsia reveló dos "piedras" (cálculos) de aproximadamente 15 centímetros, producida por comer fibras vegetales y sales minerales, que impidieron que el animal pudiera defecar y expulsar gases.

Según Profepa, los cálculos o piedras se forman durante varios años, por lo que se descarta que el animal haya ingerido algún objeto que le causara la muerte.

El animal sufrió de una excesiva presión en su pecho, lo cual se agravó, puesto se encontraba embarazada de aproximadamente 10 meses o dos tercios de su gestión natural, lo que ocasionó que su diafragma se comprimiera aún más.

La Profepa señaló en su dictamen que el personal médico veterinario del zoológico Animaya brindó la atención médica necesaria, cuando se presentó la crisis.

Duarante los siete años que la jirafa vivió en Animaya tuvo cuatro crías.