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MÉRIDA, Yucatán.- En los últimos meses, en la capital yucateca ha cobrado auge el que los hospitales sean utilizados por algunas personas como lugares para dormir; en su mayoría son hospitales públicos empleados como 'hoteles provisionales', entre ellos se encuentran los hospitales generales Regional No.1 Lic. Ignacio García Téllez, el Agustín O’Horán y el de zona No. 12 Lic. Benito Juárez García.

Cabe indicar que algunos hospitales no cuentan con una regulación para este tipo de actividades, las cuales comienzan a partir de las 20:00 horas, cuando se puede ver a las primeras personas en los alrededores de los hospitales, ya sea para acompañar a su familiar o en busca de obtener algo para comer o un espacios para dormir.

Es común ver, además de parientes de hospitalizados, a indigentes que se pasean por las inmediaciones del sitio en espera de grupos de personas que a determinada hora llevan productos para cenar a los individuos que lo solicitan.

Alrededor de la media noche se hace muy notoria la presencia de gente sin hogar preparándose para dormir, primero caminan en espera de que los familiares de los pacientes tomen su lugar, y luego se acuestan envueltos en periódicos o tapados con mantas rotas.

Se han suscitado casos en los que personas externas al hospital, en este caso indigentes, se infiltran para dormir en las instalaciones o en la parte de afuera, envueltos en periódico, y están atentos a la llegada de la gente que lleva de comer a los familiares de los pacientes internados en el hospital.

Lo anterior pone en peligro a los familiares de los pacientes, ya que están expuestos a situaciones difíciles con gente que, en su mayoría, no tiene hogar.

Además, hace unos meses se registró un caso en el que a las afueras del hospital Agustín O’Horán se llevó a cabo un asesinato, en el que una joven fue asesinada por su pareja sentimental, en el interior de una lonchería ubicada cerca del Hospital General 'Dr. Agustín O´Horán'.

El agresor utilizó un arma blanca para cometer el ilícito, la pareja comenzó a reñir por un asunto de celos por parte del hombre; en medio de la discusión, el sujeto le propinó cinco puñaladas a la mujer y huyó del lugar.

Los familiares de los pacientes internados en estos hospitales deben también soportar, sobre todo en la noche, la presencia de personas con aliento alcohólico, que están drogadas o tienen en sus manos algún arma blanca.

De acuerdo con las personas que tienen familiares hospitalizados, ese tipo de gente por lo regular anda sin rumbo fijo, sin dinero ni ropa adecuada para cubrirse de las temperaturas de la madrugada.

Ante este tipo de situaciones, autoridades hospitalarias han tomado cartas en el asunto; por ejemplo, en el O’Horán cierran las puertas del baño en determinado momento, pero se afecta a los familiares de los pacientes, propiciando que algunos realicen sus necesidades afuera del hospital, perjudicando a las demás personas que circulan por esas áreas.

En la T1 existe seguridad privada encargada de velar por la integridad de las personas, aunque se encuentren en la parte externa del hospital.

Las personas consideran necesaria una regulación para que los familiares de pacientes internados puedan estar cómodos, dotando a los hospitales con áreas especiales para que pasen la noche, ya que vienen de diferentes lugares de la Península de Yucatán, y en algunos casos, de Guatemala o Belice, lo anterior para que no corran peligro de ser agredidos por gente externa al hospital. 

Voluntarios brindan apoyo

En Yucatán existen 59 asociaciones civiles integradas por jóvenes, amas de casa y grupos religiosos, las cuales operan en los alrededores de los hospitales donde llevan ayuda en forma de alimento a personas en situación de calle o desprotegidos que no cuentan con recursos suficientes; estos grupos se conforman de personas con vocación de ayudar o por agradecimiento.

Una vez que llega uno de estos grupos altruistas al hospital, se acercan las personas en busca de conocer lo que les llevan para cenar; estos voluntarios ofrecen café, agua, torta, pan, tamal, leche o jugo para los niños, así como todo quien lo solicite.

Una señora, quien omitió su nombre pero dijo apedillarse Rodríguez Santana, expresó que 'buscamos que cada noche las personas tengan algo para comer, si bien no podemos venir diario, cuando nos es posible lo hacemos, en agradecimiento a que mi papá ya se encuentra bien; mi familia y yo pasamos por una situación similar hace algún tiempo'.

'Acá todos formamos una familia, somos hermanos y todos nos cuidamos. Estoy agradecido del grupo de religiosas que llegó y todos los que nos trajeron algo para comer, porque hay una preocupación por nuestra situación. Pero nosotros también debemos poner de nuestra parte y aceptar amablemente lo que nos ofrecen para cenar', indicó Alberto Rojas, quien tiene a su mamá internada desde hace 15 días.

Cabe indicar que no sólo son organizaciones civiles, también existe un restaurante que ha implementado una actividad para llevar este tipo de ayuda a los hospitales; 'Coco Cuise', y el programa es Cocinando para otros.

El dueño del establecimiento, Sergio González Alonzo, señaló que 'este programa inició como agradecimiento por la aceptación que tuvimos al mercado, como por la necesidad y ganas que tenemos de compartir un poco de lo que hacemos'.

Explicó que el programa lleva casi un año y siguen la filosofía de su restaurante, la cual es 'cocinar, convivir y compartir'; la idea es ayudar a las personas desprotegidas, y generalmente cocinan en sábado y ese mismo día por la noche llevan la comida a los hospitales, mientras que toda la semana recaudan donativos para la preparación de los alimentos, ya sea en especie o ayuda humanitaria.

Estimó que en diciembre habrá una mayor cantidad de gente colaborando para llevar la cena de Navidad y Año Nuevo.
A un costado del Hospital O´Horán se encuentra el albergue San Vicente de Paul, el cual también entrega comida por las noches a personas en situación de calle, reuniéndose alrededor de 30 personas. 

Asilos para familias de enfermos

El crecimiento de la población en el Estado y el aumento del uso de los servicios de salud públicos han generado que un mayor número de albergues, tanto públicos como privados, apoyen a familiares de pacientes ingresados, quienes muchas veces se encuentran en situación vulnerable, ya que no viven en Mérida.

Aunque se han creado cinco lugares en los últimos años, las autoridades hacen énfasis en la importancia de más estancias en esas zonas, como la del Hospital General Regional (HGR) número uno (ex T-1), 'Ignacio García Téllez' del IMSS, donde no hay ese tipo de ayuda.

Esta estancia cuenta con seis habitaciones (tres para mujeres y tres para hombres), 46 camas, comedor para 60 personas, ocho baños y servicio de lavandería.Apenas hace cuatro años se puso en marcha la 'Estancia temporal para grupos vulnerables', de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), dirigido a la población de escasos recursos, por lo que los servicios son gratuitos.

Mientras que el 'Agustín O’Horán' concentra a la población más necesitada, el 'Ignacio García Téllez' carece de un lugar para albergar a los familiares de pacientes.

La atención es de 24 horas y al día se recibe a un promedio de 80 personas; la mayoría pernocta en la estancia y las demás sólo realizan sus comidas y pasan el día al cuidado de sus pacientes.

En este espacio también se brinda apoyo emocional, proporcionado por psicólogos y trabajadores sociales.