Las novias yihadistas están listas para morir

Shamima, Amira y Kadiza anunciaron a sus familiares que están en territorio extremista... y que nunca volverán.

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Um Asmah, reclutadora del Estado Islámico, fue elemental para que las tres chicas británicas aceptaran unirse a las filas del Estado Islámico. (mirror.co.uk)
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Agencias
LONDRES, Inglaterra.- El destino de tres adolescentes británicas de 15 y 16 años, que partieron en febrero desde Londres para unirse a las filas de Estado Islámico, fue confirmado el jueves por una de ellas en una llamada telefónica con sus padres desde Siria.

En esa conversación, la muchacha ratificó la decisión de permanecer entre los yihadistas.

El canal de televisión ITV reveló que una de ellas llamó a sus padres en el Reino Unido para comunicarle que había arribado "sana y salva" al territorio dominado por el Estado Islámico, informa Ansa Latina.

Las otras dos jóvenes habían tomado contacto con sus progenitores a través de Internet.

Para conocer con más detalles la conversión de estas jóvenes inglesas en combatientes del ex ISIS es útil escuchar el testimonio hecho a Sky News de una excomandante del movimiento yihadista, de 22 años, que se llama Um Asmah, que tuvo un rol fundamental en el reclutamiento de las jóvenes extranjeras que desean unirse a Estado Islámico.

Experta reclutadora, Asmah contó que recurre a Internet y a las redes sociales para convencer a decenas de chicas de Gran Bretaña y otros países europeos que abandonen sus vidas normales, sus familias y sus estudios, para sumarse al Estado Islámico, que impone reglas muy estrictas para las mujeres, a partir de la obligación de llevar el velo.

No están juntas

Shamima Begum, Amira Abase y Kadiza Sultana las tres jóvenes británicas ya fueron sometidas a un duro entrenamiento de cuatro meses para "misiones especiales" en Irak o Siria, explicó la excomandante fugitiva, que fue entrevistada hace pocos días en Turquía.

El riesgo es que los tres jóvenes se preparen para convertirse en terroristas suicidas y se hagan explotar contra cualquier objetivo.

Um Asmah afirmó que las tres jóvenes han sido asignadas a un grupo de "combatientes" en Ragga, considerada capital del Estado Islámico.

También los abogados de las familias han confirmado que las tres jóvenes "no están más juntas".

"Lo que es seguro es que su destino está en manos de los líderes yihadistas y que nunca habrán de volver a casa. Lo más probable es que mueran en Irak o Siria", predijo la exreclutadora.

Y las cifras recogidas por los gobiernos europeos le dan la razón: sólo dos de los cerca de 600 niñas y mujeres occidentales que fueron a Siria para unirse a Isis han podido volver. 

En cambio, cerca del 30% de los hombres "combatientes extranjeros" abandonaron el Estado Islámico después de luchar. La única manera es, entonces, evitar la salida de otras chicas hacia el destino sirio donde los yihadistas entrenan a sus milicias.

Peregrinas en misión

El argumento según el cual estas mujeres viajan a Siria para convertirse simplemente en "novias de la yihad" en el territorio controlado por Estado Islámico "es simplista y socava los esfuerzos para prevenir la radicalización de otras jóvenes", sostuvo el Instituto para el Diálogo Estratégico y el Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización del King's College de Londres.

El centro de estudios analizó el fenómeno de las mujeres que marchan voluntariamente a sumar al Estado Islámico y uno de las autoras del estudio, Melaine Smith, aseguró que "las muchachas se ven a sí mismas como peregrinas que se embarcan en la misión de transformar la región en una utopía islámica".

"Las mujeres en el Estado Islámico no pueden combatir, a pesar de que para muchas esta es una de sus aspiraciones", completó la analista del King's College de Londres. 

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