Agencias
EL VATICANO.- Los hombres de mar afrontan injusticias que van desde la piratería a la pesca ilegal, pasando por las restricciones para bajar a tierra o el abandono a su suerte de enteras tripulaciones, denunció hoy el Papa Benedicto XVI.

El Papa recibió, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, a un grupo de participantes en el XXII Congreso Mundial del Apostolado del Mar, organizado por el Pontificio Consejo para los Migrantes e Itinerantes de la Santa Sede.

Los pescadores sufren más que otros la crisis económica 

"Ante las incomodidades que afrontan los operadores de la industria marítima emerge cada vez más claramente la necesidad de afrontar los problemas con una visión integral del hombre, que refleje los varios aspectos de la persona humana", señaló.

En un discurso, pronunciado en italiano, el pontífice indicó que el mundo del mar debe tener en cuenta los complejos efectos de la globalización y, por desgracia, afronta también situaciones de injusticia.

Estableció que los pescadores sufren, más que otros, las dificultades provocadas por la crisis económica presente y viven la incertidumbre del futuro, marcado por los efectos negativos de los cambios climáticos y la excesiva explotación de los recursos.

"A ustedes pescadores, que buscáis condiciones de trabajo dignas y seguras, salvaguardando el valor de la familia, la tutela del ambiente y la defensa de la dignidad de toda persona, quisiera asegurarles la cercanía de la Iglesia", puntualizó.

El papa Benedicto XVI también recibió este jueves en el Vaticano al presidente de Haití, Michel Joseph Martelly, quien agradeció la asistencia recibida de de la Iglesia católica debido al terremoto de enero de 2010.