Agencias
SEÚL, Corea del Sur.- El incremento en el número de mujeres norcoreanas que dejan su país para residir en Corea del Sur ha provocado a su vez un aumento en las empresas dedicadas a las citas en línea, las cuales pasaron de 10 -a principios del año 2010- a 70 en la actualidad.

Según datos del Ministerio de Unificación, el cual se ocupa de los asuntos entre las dos Coreas, los desertores norcoreanos que viven en Corea del Sur sumaron a finales de junio pasado 29 mil 543, de los cuales alrededor del 80 por ciento son mujeres, en su mayoría solteras, informa Notimex.

Una de estas empresas de citas en línea es NK Mundial, con unos ocho mil miembros, de ellos dos mil son mujeres de Corea del Norte, de acuerdo con la agencia de noticias local Yonhap.

La directora general de la compañía es la norcoreana Kim Soo-jin, quien dejó a su país de origen con su marido y una hija de siete años de edad en enero de 2006.

Kim señaló que mientras dirigía un sitio de la comunidad para las mujeres de Corea del Norte, se dio cuenta de que hay una “demanda” de hombres de Corea del Sur que están interesados en casarse con norcoreanas.

Al principio los principales clientes de NK World eran hombres de zonas rurales o aquellos con matrimonios internacionales fallidos, sin embargo, ahora entre los usuarios hay dueños de pequeñas empresas, trabajadores de oficina e incluso servidores públicos.

Kim consideró que los programas actuales de televisión que muestran a norcoreanas saliendo con hombres de Corea del Sur podrían ser de gran ayuda en la eliminación de cualquier imagen negativa sobre las mujeres del vecino país.

Lo bueno y lo malo

Sin embargo, las diferencias culturales entre ambos países, la falta de experiencias compartidas y un sesgo hacia las personas de un país pobre, podrían convertirse en importantes causas de una crisis en un eventual matrimonio, señaló Yonhap.

Kim Seok-Hyang, profesor de estudios de Corea del Norte en la Universidad de Mujeres Ewha, afirmó que la combinación entre las mujeres de Corea del Norte y los hombres de Corea del Sur es un “arma de doble filo” con muchos “factores de riesgo”.

A ello se suma el hecho de que las norcoreanas no tienen a nadie con quien hablar cuando las cosas van mal, lo que hace más probable que estas familias se rompan.